Las hembras de hiena tienen ‘pene’ y otros mitos en torno a la sexualidad de la especie

Las hienas tienen vidas sexuales enredadas. Por ello, en torno a éstas se han creado algunos mitos, como que las hembras tienen pene.

Algunos medios sensacionalistas aseguran que las hembras de hiena tienen pene. Sin embargo, éste no es el caso. Propiamente, a nivel evolutivo, los ejemplares femeninos de esta especie desarrollaron genitales que simulan las caracteres sexuales secundarios de los machos. Esto no quiere decir, sin embargo, que tengan escroto o pene.

Aún así, el género de las hienas es un terreno pedregoso. A primera vista, quienes no sean versados en al anatomía de estos animales podrían fácilmente confundir a las hembras con los machos, porque efectivamente tienen una formación de carne a la altura de la entrepierna.

Esto es lo que se sabe al respecto.

Genitalia confusa

Estos depredadores africanos, además de sus manchas características a lo largo del lomo, se distinguen de otras especies por tener una genitalia confusa. Para desmentir la idea de que las hienas hembra tienen pene, Sarah Benson-Amram, zoóloga de la Universidad de Wyoming, explica lo siguiente a National Geographic:

«[Las hienas hembras] tienen un clítoris alargado que se parece mucho al pene de un macho». Por ello, a algunas personas se les dificulta discernir entre ambos sexos.

El delfines también cuentan con él. Las hienas hembras van un paso más allá: además de esta formación, cuentan con un par de labios vaginales entorno a ésta, que fácilmente podrían confundirse con testículos.

Lo que ha llamado la atención de los biólogos es que sólo la especie Crocuta crocuta tiene esta particularidad. Las otras dos especies de hienas (Hyaena hyaena y Parahyaena brunea) no cuentan con esta estructura genital.

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¿Cómo diferenciar una hiena hembra de un macho?

La pregunta es válida: para quienes diferenciar correctamente a los ejemplares femeninos de los masculinos, Benson-Amram tiene un consejo sencillo. “Si la punta del pene erecto es puntiaguda, es macho; si es romo y recto, es una hembra”, enfatiza la especialista.

A la distancia, o incluso en fotografías nítidas, esta distinción puede ser difícil de ver. Por lo cual, quizá lo más sencillo sea ver con quién están los cachorros. Generalmente, las crías de hiena buscan más a las hembras, porque necesitan de sus madres para sobrevivir. Especialmente, durante los primeros años de vida.

«Las hembras también se pueden reconocer sin ambigüedades una vez que dan a luz a los cachorros porque muestran pezones prominentes», añade Heribert Hofer, del Instituto Leibniz para la Investigación de Zoológico y Vida Silvestre.

Habría que tomar en cuenta que esta especie tiene una estructura social matriarcal. Incluso ante los machos —que sí tienen pene—, las hienas hembra no se doblegan. Por el contrario, se imponen como proveedoras de alimento y líderes de la manada.

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