Por más de 100 años la línea de Wallace figuró como uno de los grandes enigmas de la evolución y la biogeografía. Esta es la solución.
Alfred Russel Wallace fue un naturalista y geógrafo inglés que estudió el archipiélago malayo a mediados del siglo XIX. Aunque no cuenta con un reconocimiento similar al de Darwin, varios científicos consideran que la aportación del primero debería recibir mayor notoriedad. De una u otra forma, hay una frontera imaginaria que él propuso en 1859 y que, hasta la fecha, ha dado mucho en qué pensar. Sí, hablamos de la línea de Wallace.
La línea de Wallace ha servido para separar los reinos biogeográficos del Sureste Asiático de los de Australia. Lo que ha llamado la atención sobre esta división es que de un lado la fauna es muy diferente a la del otro. ¿Por qué? Esto es lo que sabemos.
El misterio de la línea de Wallace
Más allá de ser un misterio, la línea de Wallace es el legado que dejó a la ciencia el naturalista inglés del que hablamos. Él recorrió el mundo estudiando especies nuevas y reconoció la mencionada frontera biológica, un referente no solo para entender dónde viven hoy los animales, sino también para tener una clave de su evolución.
Sin embargo, es cierto que lo que ha sido un enigma hasta tiempos recientes es lo que llamó la atención de Wallace hace más de 100 años, es decir, el cambio drástico entre las especies que hay de un lado frente a las que habitan cruzando la línea imaginaria.
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A grandes rasgos se ha visto que en el lado asiático de la línea las criaturas proceden exclusivamente de Asia. No obstante, en el lado de Australia de la frontera, los animales son una mezcla de ascendencia asiática y australiana. ¿Cómo se explica esto?
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La extraña distribución de la especies desconcertó por su evidente asimetría, pero también porque algo ocurría que permitía a las asiáticas desplazarse en una dirección, mientras que impedía a las australianas.
Una de las explicaciones que ha tomado más fuerza en los últimos años dice, según lo que rescata Live Science, que la desigual distribución de las especies a lo largo de la línea Wallace se debió a un cambio climático extremo resultante de la actividad tectónica de hace unos 35 millones de años, cuando Australia se separó de la Antártida y chocó contra Asia, dando origen al archipiélago malayo.
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Un estudio del año pasado, publicado en la revista Science, partió de la hipótesis recién señalada para crear un modelo informático que simulara cómo afectaron a los animales los efectos climáticos desencadenados por la fusión continental.
Los resultados del trabajo demostraron que el cambio climático no afectaba a todas las especies por igual, lo que se reflejó en las criaturas de Asia adaptándose bien al archipiélago malayo, que terminaron por utilizar para ir hacia Australia.
Finalmente, lo que pasó con las especies australianas fue diferente, pues el cambio climático no les favoreció para adaptarse a las islas tropicales.
Este estudio ayudó a explicar el fenómeno biológico que representa la línea de Wallace. Además, los autores del mismo ven a este como una herramienta para predecir cómo afectará el cambio climático actual a las especies vivas.
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