La caza furtiva masiva por el marfil ha llevado a los elefantes africanos al borde de la extinción, un punto de quiebre para la especie en el mundo.
La pugna por obtener el marfil de los colmillos de los elefantes africanos está llevando a la especie a desaparecer por completo. Por primera vez en el cuerno de África, estos mamíferos están al borde de la extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Un enfrentamiento poco equitativo
Los elefantes africanos pueden hacer muy poco contra las armas de fuego de los cazadores furtivos. De acuerdo con Kathleen Gobush, miembro del Grupo de Especialistas en Elefantes Africanos de la UICN, Kenia enfrenta un punto crítico en términos de la conservación de esta especie.
La experta asegura que, por primera vez en la historia del continente africano, los elefantes han entrado a la categoría de especie en peligro crítico de extinción. Éste es el paso final antes de que desaparezcan por completo de su hábitat natural, la sabana africana —y por lo tanto, de la faz de la Tierra.
Las especies Loxodonta cyclotis —que habitan en los bosques— y Loxodonta africana —oriundos de la sabana— se encuentran en una posición vulnerable. Según la Lista Roja de la misma institución, el número de elefantes del bosque se redujo en un 86 %, mientras que los de la sabana en 60 %. De acuerdo con sus datos, sólo quedan alrededor de 400 mil ejemplares en total.
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Una reducción dramática de ejemplares
La preocupación principal de las autoridades kenianas y de los conservacionistas no tiene que ver con el número total de elefantes restantes. Por el contrario, se enfoca en la reducción acelerada de ejemplares, que no parece tener fin en todo el Este del continente.
La razón que subyace a la pérdida de la especie está íntimamente relacionada con el comercio ilícito de vida silvestre en esta región del mundo. Particularmente para satisfacer la demanda en el sureste de Asia. Además, la caza furtiva no se ha detenido después de alcanzar su punto máximo hace diez años:
“La caza furtiva es una amenaza para los animales en su área de distribución y en algunas áreas más que en otras. Sigue siendo una preocupación. Todavía es insostenible en muchas áreas ”, dice Gobush.
De la misma manera, la extensión de las plantaciones de aguacate y la urbanización generan problemas en la conservación de su ecosistema natural. No sólo degradan el hábitat de la sabana, sino que las poblaciones humanas provocan una pérdida casi irreversible de recursos naturales. A pesar de la voluntad política por detener este fenómeno, la depredación del planeta a costa de las ganancias a corto plazo se imponen.
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