Hace 10,000 años, la población mundial de mamut lanudo (Mammuthus primigenius) comenzó una disminución gradual que terminó con su desaparición de la faz de la Tierra. La extinción del Cuaternario tardío provocó que la megafauna que dominó el mundo durante los últimos cinco milenios enfrentara condiciones cada vez más difíciles para la supervivencia y reproducción de su especie.
No obstante, el principal motivo de la extinción del mamut lanudo sigue siendo un misterio y causando discusiones álgidas entre científicos: mientras una corriente asegura que su desaparición se debió a la caza indiscriminada del Homo sapiens, otras sugieren que los cambios ambientales jugaron un papel clave en el declive de su población.
Te puede interesar: El cerebro humano creció cuando extinguimos a la megafauna prehistórica, según un estudio
Y aunque la evidencia de que el humano contemporáneo cazó mamuts y aprovechaba tanto su carne como su piel y el resto de sus huesos es cada vez más amplia, un nuevo estudio concluye que nuestra especie no fue responsable de su extinción.
El proyecto que se alargó durante una década entera y cuyos resultados fueron publicados en Nature, utilizó un método de secuenciación de escopeta para dividir y analizar el ADN ambiental de restos vegetales y animales (incluido orina, heces y células de piel) durante 20 años en sitios cercanos al Ártico donde habitaron los mamuts hace miles de años.
El equipo concluyó que hace 12,000 años (tras el final de la última Edad de Hielo del Pleistoceno) la humedad fue tal que los mamuts resultaron incapaces de hallar fuentes de alimento.
«Probamos que no sólo el cambio climático fue un problema para los mamuts, sino la velocidad a la que sucedió, lo que provocó que fueran incapaces de adaptarse lo suficientemente rápido una vez que los paisajes cambiaron drásticamente y su comida comenzó a escasear», explica Eske Willerslev, profesor de la Universidad de Cambridge.
Conforme la temperatura global aumentó, los pastizales fueron sustituidos por árboles y plantas de humedales, provocando la desaparición del hábitat de los mamuts y de los pastos, principal sustento de su alimentación.
En un primer momento, las poblaciones de mamuts del Ártico sobrevivieron algunos milenios; sin embargo, la formación de lagos, ríos y otros cuerpos de agua debido al aumento de precipitaciones y el deshielo modificó radicalmente la vegetación, poniendo fin a sus días en la Tierra.
Ahora lee:
El plan para regresar de la extinción al mamut lanudo y combatir al cambio climático
La historia de Kik, el mamut viajero que recorrió dos veces el mundo hace 17,000 años
Te decimos qué país de América Latina tiene más premios Nobel, así como qué otros destacan en la lista regional.…
Con el soporte que ofrece el telescopio espacial James Webb, ha podido observarse una de las primeras supernovas del Universo.…
En las aguas del Golfo de California, México, aún habita un inesperado depredador que alguna vez dominó los arrecifes rocosos:…
Hay alerta en Estados Unidos por alimentos para mascotas que han sido identificados como fuente de la infección por gripe…
Existe una enfermedad, cada vez menos frecuente, que se distingue por hacer que la piel de la persona adquiera un…
Durante mucho tiempo los científicos se han preguntado por qué los tentáculos de un pulpo se mueven como lo hacen.…