Los pulpos han resultado más ingeniosos que los seres humanos para reciclar la basura en los mares: ahora la usan como refugio y lugar de descanso.
Sucedió: por primera vez en la historia, hay más basura en el mar que conchas disponibles para que los pulpos descansen. La contaminación oceánica por botellas y otros envases de plástico desechables ha inundado las costas del mundo, según señala un estudio publicado en Marine Pollution Bulletin. La invasión del ecosistema ha sido tal, que los animales marinos optan por usar estos desechos como refugio, o como un espacio para desovar.
Construyendo refugios con lo que hay en la arena
Los científicos de X tomaron imágenes de las redes sociales. A este método científico se le conoce como ‘ciencia de la ciudadanía’, en tanto que la gente común documenta procesos históricos sin tener consciencia de que lo está haciendo. Las fotografías, videos y de más contenido que se sube a redes sociales puede funcionar como evidencia de un problema de mayor envergadura.
En este caso, se documentó la manera en la que los pulpos usan botellas, vasos o latas oxidadas para protegerse de las corrientes (y de los seres humanos que los molestan):
«Los pulpos bénticos han sido ampliamente documentados en refugios artificiales durante décadas y este uso aparentemente está aumentando», escriben los autores para Science Direct. «A pesar de los posibles efectos positivos, el uso de la basura como refugio podría tener implicaciones negativas».
Con este material, los científicos se percataron de que los pulpos interactúan con la basura humana de diferentes maneras. A veces, la usan para dormir; otras, como espacio para poner sus huevos. Los objetos más utilizados están hechos de plástico y vidrio, ya que los pulpos pueden adaptarse a la forma con mayor facilidad.
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Islas de basura y lagunas de conocimiento
En total, se identificaron 24 especies de pulpos diferentes que usan la basura para sus propias necesidades. Si bien antes usaban conchas, corales y cocos para protegerse, en la actualidad hay tan pocos elementos naturales en su espacio que optan por reciclar los desechos descartados por los seres humanos.
Aunque el problema de la contaminación marina es un factor decisivo en este comportamiento, no es el único. Por el contrario, según explica Elizabeth Gamillo para Smithsonian Magazine, la compraventa de conchas en la playa como ‘souvenirs’ también les afecta gravemente:
«Cuando las conchas marinas se venden como souvenirs en la orilla del mar, varios tipos de vida marina se ven obligados a adaptarse y utilizar otros materiales abundantes en el fondo del océano como refugio, incluso la basura humana».
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Por ello, los pulpos y otras especies marinas que conviven con la basura se enfrentan con dos problemáticas paralelas. La primera: que cada vez hay más desechos con los que tienen que convivir, aunque a veces —como sucede con las baterías— les resulten tóxicos. La segunda: los seres humanos extraemos las conchas de sus hábitats naturales para usarlas como adornos, dejándolos sin elementos para protegerse del entorno.
Con todo lo anterior, las fotografías y videos recolectados por las personas en redes sociales arrojan nueva luz sobre la problemática. Desde el punto de vista científico, la «información es fundamental para ayudar a prevenir y mitigar los impactos de la basura en los pulpos e identificar las lagunas de conocimiento que requieren atención», concluyen los autores en el artículo.
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