Su don, su maldición. El gigante Megalodón que habitaba las profundidades del océano probablemente tenía sangre caliente y esto lo llevó a su fin.
La bestia submarina que inspiró una de las películas más famosas de todos los tiempos vivió hace 23 millones de años. Hace 3.6 millones, el megalodón desapareció de la faz de la Tierra y al parecer los científicos han logrado resolver el enigma detrás de su extinción, por fin.
Este tiburón era el depredador perfecto. Sus fauces estaban repletas de afilados colmillos de hasta 19 centímetros. Sus características físicas le permitían que las orcas y otros grandes depredadores fueran tan sólo un aperitivo. Si era tan feroz y tan capaz de enfrentarse a las tempestades marinas ¿por qué se extinguió?
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Pistas de sangre
Éstos superdepredadores habitaban los confines marinos donde las temperaturas son sumamente frías y muchos animales no son capaces de soportarlas. En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos proponen que el megalodón logró sobrevivir al frío extremo (y extenderse por todos los océanos del mundo) gracias a su sangre caliente. Sin embargo, el estudio también revela que esta característica fue la causa de su muerte.
Los organismos de sangre caliente tienen ciertas ventajas en el agua. Es probable que esta sea la respuesta de porqué el megalodón podía nadar tan rápido y devorar grandes presas. Al igual que los reptiles, todos los peces que conocemos son de sangre fría (menos uno) y que el gran tiburón que dominaba los océanos no lo sea, deja a los científicos con muchas preguntas sobre cómo es que este animal habitaba los océanos pero deja más claras las razones de su muerte.
“El hecho de que la especie se extinguiera, sugiere la probable vulnerabilidad -o el coste- de ser de sangre caliente, ya que la sangre caliente requiere una ingesta constante de alimentos para mantener un metabolismo elevado», declaró Kenshu Shimada, paleobiólogo y coautor del estudio.
De acuerdo con el especialista un cambio en su ecosistema pudo haber provocado que los alimentos escasearan y con ello, el megalodón se extinguió. «Es muy posible que se produjera un cambio en el ecosistema marino debido al enfriamiento climático que hizo descender el nivel del mar, lo que alteró los hábitats y las poblaciones de los tipos de alimentos de los que dependía el megalodón, como los mamíferos marinos, posiblemente escasearan, provocando la extinción del megalodón», explica Shimada.
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