Los restos de 3 mamuts lanudos cubiertos por una erupción volcánica salieron a la luz después de 29 mil años en una mina canadiense.
Quizá lo último que piense un minero de oro al entrar a trabajar sea convertirse en descubridor de restos paleontológicos. Sin embargo, un equipo de profesionales canadienses encontraron 3 esqueletos parciales de mamuts lanudos en las cercanías de Dawson City. La mina de Little Blake, en donde laboran generalmente, se convirtió en campo fértil para la investigación sobre la historia natural de la región.
Una familia prehistórica
Los mineros entregaron los restos encontrados de mamuts lanudos al gobierno de Yukon. Una vez ahí, fueron transferidos a un equipo de paleontólogos para un análisis más profundo. Según Grant Zazula, jefe del proyecto de investigación, podría tratarse de una familia prehistórica entera.
«Parece que tenemos un mamut grande, un adulto más joven y un juvenil», explicó el experto. Los restos encontrados en la mina de oro sugieren que los ejemplares encontrados seguramente vivían juntos, y guardaban una relación de sangre entre sí. De acuerdo con el reporte del estudio, a pesar del paso de los milenios, algunas de las articulaciones todavía son funcionales.
A pesar de que el territorio de la actual Canadá estaba recubierto casi por completo de glaciares, parece ser que el área del Yukon tenía excepciones, como ésta. Los científicos determinaron que los mamuts lanudos (Mammuthus primigenius) seguramente perdieron la vida juntos, pero la causa de muerte todavía está por definirse.
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Mamuts lanudos recubiertos de tefra volcánica
Un hecho en particular llamó la atención de los paleontólogos que analizaron el caso. Los mamuts lanudos encontrados en la mina de oro canadiense están todos recubiertos por la misma capa de tefra volcánica. Se tiene registro de que, hace 29 mil años, una erupción volcánica azotó al área de Yukon. Sin embargo, los científicos dudan de si ésta fue la razón por la que perdieron la vida.
A pesar de que este asunto todavía sigue sin resolverse, los paleontólogos afirman que el recubrimiento que encontraron en los huesos está relacionado con la explosión. La duda radica en que estos animales prehistóricos pudieron haber muerto tiempo antes, sin que su fallecimiento estuviera relacionado necesariamente con el fenómeno natural.
De la misma manera, aseguran que el ambiente seco y frío de la región ayudó a preservar los huesos casi intactos de los tres especímenes. Una vez recubiertos por sedimento y restos de material volcánico, el contacto con el oxígeno y animales carroñeros se limitó considerablemente.
Ahora, los mineros de oro tendrán que remover más material en busca de restos similares. Una vez que terminen la extracción del lugar en unas semanas, podrán regresar a su rutina laboral habitual, poco relacionada con el quehacer paleontológico. Mientras tanto, seguirán sacando fósiles de la tierra.
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