Los restos del monodáctilo revelan que podría ser la primera especie conocida con un pulgar oponible, similar al de los simios contemporáneos.
Una nueva especie de reptil volador podría haber surcado los cielos jurásicos. De manera coloquial, se ha denominado monodáctilo, por la característica única de contar con pulgares al final de las alas. Entre las copas de los árboles de China, este animal dominó los bosques prehistóricos asiáticos hace 160 millones de años.
Monodáctilo: un pterosaurio con pulgares
Recientemente, un equipo de investigadores en la región de Liaoning, en China, encontró evidencia de un reptil volador con una característica única. El monodáctilo, según los paleontólogos encargados del estudio, es la especie más antigua que se conoce con un pulgar oponible.
A partir de restos fósiles, la criatura se identificó como Kunpengopterus antipollicatus, según Science News. De acuerdo con los autores del estudio, podría ser que esta extensión en las alas le hubiera dado la capacidad de agarrar objetos en su entorno más fácilmente. De la misma manera, es probable que le haya facilitado vivir en los árboles.
Junto con otras 150 especies arbóreas prehistóricas de las que se tiene registro, el monodáctilo pudo haber tenido una musculatura y flexibilidad poco común entre las especies voladoras. Además, podría ser que hayan adaptado sus articulaciones para escalar las ramas y troncos de los árboles.
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Un reptil prehistórico inusual
A partir de los restos paleontológicos, se estima que otras especies similares vivieron más o menos al mismo tiempo y lugar que el monodáctilo. De la misma manera, se tiene registro que ninguno de ellos tenía pulgares oponibles, lo que le da a esta nueva especie un lugar especial en los anales de la historia natural.
Kevin Padian, un paleontólogo de la Universidad de California en Berkeley que no participó en la investigación, se mostró crítico con respecto a los resultados del estudio:
«La conclusión, para mí, es que las superficies articulares del espécimen están demasiado mal conservadas para hacer una inferencia de oponibilidad«, señala el experto. «Creo que nos gustarían más ejemplos y mejor conservados de esta especie antes de sacar conclusiones precipitadas».
Con esto, podría ser que el estudio no haya arrojado información concluyente. Sin embargo, abre el campo de estudio sobre especies con posibilidades de caza y habilidades que no se habían registrado nunca antes. Lo que es una realidad es que el monodáctilo era un reptil prehistórico inusual.
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