Después de un encuentro feroz con un perro, la famosa foca «Freddie» perdió la vida tras largas horas de dolor desde su hogar en el Río Támesis.
Una de las estrellas del Támesis en Londres fue, sin duda, Freddie: una foca nombrada en honor al legendario músico de rock británico. Así como gozo de fama y reconocimiento en vida, el final de sus días vino con una muerte dolorosa: tuvo que ser sacrificada después de ser atacada por un perro doméstico sin correa.
Una batalla perdida
Freddie se ganó su nombre por la amplia aceptación que tenía entre las multitudes que iban a visitarla. Se ganó la gracia de miles de turistas que pasaban por el río sólo para verla actuar: con una naturalidad pocas veces antes registradas, el animal conmovía a las muchedumbres con su buen humor.
Su escenario vitalicio se localizó cerca de Hammersmith Bridge, en Barnes. Sin embargo, de acuerdo con la cobertura de la BBC, Freddie perdió la vida siendo aún joven, justo como el frontman al que le hizo homenaje. El domingo por la tarde, las redes sociales se inundaron con imágenes de la foca herida, después de librar una batalla perdida contra un perro.
Después del ataque, Freddie fue trasladada al South Essex Wildlife Hospital en Tilbury. Las heridas producidas a partir de la mordedura en la aleta y otras partes del cuerpo eran muy graves e irreparables.
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La preocupación principal de los veterinarios era que la foca no pudiera ser devuelta con salud y fuerza a la naturaleza, ya que sólo podría tener una sola aleta funcionando. Tendrían que amputar la que recibió la mordida más fuerte, lo que la dejaría inhabilitada y vulnerable. Por esta razón, los veterinarios decidieron que lo más ético era detener el sufrimiento del animal y decidieron sacrificarla.
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