Comienza el año con buenas noticias para Centroamérica: Nicaragua ve nacer a «Nieve», la primera tigresa blanca en cautiverio.
Centroamérica recibe a su primera tigresa blanca nicaragüense. «Nieve», como se le nombró en el Zoológico Nacional de Nicaragua, es la primera hembra que nace en la institución, y da esperanza para su especie, que está en peligro de extinción.
Hace siete días, su madre dio a luz a una única cría. Es hija de dos tigres de Bengala de pelaje amarillo y negro, después de sólo tres meses de gestación. Nació pesando sólo 954 gramos, en contraste con su mamá, con más de 270 kilos.
Un desafío para Nicaragua
La cachorro representa un desafío importante para sus cuidadores, ya que su madre la rechazó al nacer. El director del Zoológico Nacional, Eduardo Sacasa, explicó a AFP lo siguiente con respecto al nacimiento:
«Es la primera vez que nace en Nicaragua un tigre blanco, y es hija de dos tigres de bengala amarillos, pero la hembra lleva genes de su abuelo, que era blanco (…) no es que cualquier tigre que se cruce va a dar esa condición».
La madre de Nieve fue rescatada después de largos años de explotación en un circo local. Fue abandonada después de que rechazó a su cría, y pasó a manos de las autoridades nacionales. Según recuerda Sacasa, la tigresa llegó en un estado lamentable al zoológico, y tuvo que someterse a un tratamiento largo de rehabilitación.
Una tigresa con pasaporte nicaragüense
Nieve representa un logro para el zoológico, ya que es el producto de largos años de cuidados, dedicación y atención a los animales que promulga la institución. Está localizado a unos 20 kilómetros de la capital, Managua, y ya contaba previamente con dos tigres blancos. Sin embargo, la bebé es la primera en nacer en territorio nicaragüense.
Según reporta Sacasa, Nieve no fue capaz de mamar calostro de su madre al dar a luz, y presentó algunos problemas respiratorios, como si se tratara de un levísimo resfriado. Sin embargo, no es una complicación que no pueda solucionarse con medicamentos suaves para un cachorro de tan pocos días.
Hoy, Nieve está siendo alimentada con biberón por médicos especializados del zoológico. Marina Argüello está encargada de sus cuidados, además de atender a otros 700 animales en todo el centro de rescate y reproducción de especies en peligro. Según indica Argüello, la tigresa no ha perdido el apetito, sino que siempre está ávida de más comida «que pide a gritos».