Paleontólogos chinos identificaron a la familia más antigua de animales prehistóricos acorazados, y la nombraron Yuxisaurus kopchicki.
El hallazgo sorprendió a los paleontólogos de la Universidad de Yunnan en 2017. Los restos fósiles revelaron una nueva subespecie del periodo Jurásico tardío se encontraron en una provincia al suroeste de China. Por las formaciones óseas que aparentemente tuvo sobre la espalda, los científicos chinos sugieren que pudo haber tenido una coraza impenetrable a manera de caparazón.
De acuerdo con el estudio, publicado recientemente en la revista eLife, la familia de dinosaurios fue nombrada Yuxisaurus kopchicki. En el artículo, los autores describen cada parte del «esqueleto parcial que incluye elementos craneales, axiales y de extremidades», que corresponden a una estructura similar a una armadura.
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Los primeros acorazados de la historia
Con 120 depósitos de huesos, los paleontólogos aseguraron haber descubierto al primer acorazado de la historia de Asia. Lo que es más: era la primera vez que se encontraba evidencia de una familia de dinosaurios tireóforos en la región. La familia es tan antigua, que podrían ser los primeros acorazados asiáticos de la historia.
El hecho de que fueran encontrados en esta zona de China, además, sugiere que la familia se extendió en la región con rapidez:
«[El hallazgo] confirma la rápida expansión geográfica [del Yuxisaurus kopchicki]», escriben los autores. «Su construcción pesada y su armadura distintiva también insinúan una diversidad morfológica que antes no se había percibido«.
Se estima que los Yuxisaurus kopchicki habitaron China hace más de 174 millones de años, según reporta CNN. A partir de los restos fósiles, los científicos determinaron que medía entre 2 y 3 metros de largo, como una camioneta promedio. A pesar de sus dimensiones, los autores aseguran que su dieta se basaba casi exclusivamente en plantas.
La parte más impresionante de la coraza, asegura Paul Barrett, investigador de mérito en el Museo de Historia Natural de Londres, se encontraba en la parte posterior de la espalda. Específicamente, «cubriendo su cuello, espalda y extremidades, con grandes púas esparcidas sobre la armadura». Estas características podrían ‘blindarlos’ contra ataques de especies más grandes.
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