La escasez de alimentos y las condiciones extremas de la sabana orillaron a los elefantes a desarrollar una memoria única en el Reino Animal. Así funciona.
Los elefantes no pueden echar mano de aplicaciones móviles para recordar el camino de vuelta a casa. Por el contrario, a lo largo de miles de años, han desarrollado una memoria única en el Reino Animal, que les ayuda a trazar sus rutas migratorias, recordar el rostro de sus familiares y saber en dónde se encuentran los mejores lugares para descansar. Especialmente bajo el calor de la sabana africana, con un promedio de 30ºC en la sombra.
En estas condiciones extremas, la solución natural que ha encontrado la especie es ampliar su consciencia del espacio, las condiciones climáticas y su capacidad de recordar a sus seres queridos. Esto es lo que sabemos.
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Una habilidad ‘crítica’, de la que depende su subsistencia
Si no fuera por la presión ecológica que impone la caza furtiva a la especie, África rebosaría en elefantes. De hecho, según los registros de World Wildlife Fund (WWF), los paquidermos se pueden adaptar a diferentes entornos naturales. Principalmente, en la región tropical del continente africano, hay dos ecosistemas:
- Los bosques africanos, en la región occidental y central
- Los pastizales de la sabana africana, en la región subsahariana
Especialmente en la sabana, los recursos escasean y las especies silvestre tienen que pelear por sostenerse. Por esta razón, de acuerdo con el profesor de zoología de la Universidad de Bangor (Reino Unido), Graeme Shannon, el cerebro de los elefantes ha desarrollado una memoria sin precedentes:
«Ser capaz de buscar suficiente comida y agua en un entorno altamente dinámico como la sabana, al mismo tiempo que maneja relaciones sociales complejas y evita el riesgo de depredación, requiere un cerebro capaz de procesar y recordar información detallada», explica Shannon en un correo electrónico a Live Science.
Esta habilidad vital se hace todavía más necesaria durante los tiempos de sequía. Además de ayudarles a recordar el camino hacia fuentes de agua, los elefantes deben de recordar en dónde se encuentran los puntos con más vegetación. A fin de cuentas, el hambre de un animal vegetariano de 150 kilos no se sacia sólo con pasto.
No sólo eso. Para las crías y los ejemplares más jovenes, recordar a sus madres y el camino que siguen hasta sus lugares de seguridad se convierte en una habilidad crítica. Para ellos, que son todavía vulnerables a la caza y a otros depredadores, «[…] puede significar la diferencia entre la vida y la muerte«, concluye el especialista.
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