Por primera vez en la Historia, se registra una especie distinta a los seres humanos que es capaz de domesticar a otras especies.
A lo largo del desarrollo de todas las civilizaciones en el mundo, los animales han jugado un papel fundamental como compañía, apoyo de la fuerza laboral, e incluso, productos de consumo para los seres humanos. En gran medida, esto es una consecuencia de cómo hemos logrado domesticar a otras especies para cumplir objetivos específicos.
No se tenía registro, hasta este año, de otro animal que tuviera la capacidad de hacerlo. Sin embargo, un estudio reciente revela que los humanos no son los únicos que han logrado completar este proceso. Los peces damisela también lo hacen, valiéndose de animales marinos más pequeños, para cultivar las algas necesitan para abastecerse de energía.
¿Qué es la domesticación?
La domesticación es un proceso que no sólo involucra a especies animales, sino que también se extiende al reino vegetal. Se fundamenta en una relación de cooperación, en la que una especie proporciona un apoyo prolongado a cambio de un recurso predecible.
Generalmente, existe una relación de poder en la que una especie domina a la otra, y la somete a ciertos parámetros de conducta para que cumpla con una función determinada. En el caso del ganado es muy claro: los seres humanos utilizan a las vacas, a los puercos y a algunas aves como productos de consumo para alimento.
Una especie de peces agricultores
Este nuevo estudio describe lo que podría ser el primer caso de un animal vertebrado (además de los seres humanos) que domestica a otras especies. Los peces damisela se alimentan de las algas que ellos mismos cultivan, como en una granja «natural», que fertilizan con desechos de ciertos camarones.
Para probar esto, los biólogos marinos que condujeron el estudio midieron la calidad de las algas en las granjas, comparando las que sí tenían este fertilizante marino contra las que no. Resultó ser que las propiedades de las algas cambiaban positivamente cuando estaban fertilizadas, aportándoles más propiedades a los peces damisela que las consumían.
Este hallazgo sorprendió a la comunidad científica, pues quebró el supuesto de que los seres humanos son los únicos con la capacidad cognitiva de hacer que otras especies colaboren con ellos. Además, proporcionó información valiosa sobre la historia de este de nuestros antepasados y los animales domésticos, sugiriendo pistas sobre el origen del proceso de domesticación.
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