Después de más de un siglo de haber sido orillados a la extinción, una nueva luz brilla sobre los ‘Quagga’: una subespecie sureña de cebra en África.
A primera vista, parece un híbrido entre dos animales distintos, perfectamente unidos por la mitad. Del torso hasta la cola, podría pasar por algún tipo de burro o caballo robusto. Del abdomen hasta la cabeza, sin embargo, no existe diferencia con las cebras comunes. En algunos casos, las rayas marcadas que caen del cráneo hasta el cuello se difuminan a lo largo de la espalda. Las tribus originarias de Sudáfrica lo conocieron como ‘Quagga’ —hasta que la caza furtiva lo eliminó del mapa.
Perseguido hasta la extinción
Los grupos de Gravy Zebra’ —hasta su desaparición forzosa.
Los Quagga fueron exterminados por cazadores furtivos europeos hacia el final del siglo XIX. Antaño un poblador apacible de las llanuras africanas, muy pronto fueron eliminados del mapa a punta de rifles y hostilidades. Sin embargo, al ser un pariente tan cercano de las cebras comunes, podría ser que esta pérdida no sea irreversible del todo.
Desde 1987, un equipo de biólogos y conservacionistas han intentado enmendar los errores cometidos por la actividad humana hace más de cien años. Reconocido como un ‘exterminio planeado’ por parte de los colonos europeos, podría ser que su extinción no sea definitiva. El objetivo de este proyecto es recuperar las poblaciones de la especie en su antiguo hábitat natural por medio de la ciencia.
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Una nueva luz
A pesar de que el Quagga fue llevado a la extinción por la caza despiadada, un equipo de científicos sudafricanos podrían haber encontrado la clave para realizar esfuerzos de última hora para garantizar que estos herbívoros puedan volver a pastar en libertad. Después de haber sido exterminados para utilizar sus pieles como sacos de arena, la especie podría tener una nueva luz de esperanza.
En contraste, los nuevos ejemplares tendrán que enfrentarse a otro tipo de competencia. A pesar de que su hábitat natural sigue estando disponible, hoy tendrán que compartirlo con ciertas especies dedicadas al ganado. Entre ellos, ovejas, cabras y otros animales domesticados por el ser humano.
A pesar de que otras etnias utilizan el término ‘Quagga’ como un genérico para referirse a las cebras, los científicos encargados de The Quagga Project tienen bien claro que los ejemplares que se están reintroduciendo al campo sí pertenecen a la especie original. En la actualidad, un número creciente de individuos pastan nuevamente en Elandsberg Nature Reserve y Bontebok Ridge Reserve, los espacios destinados por el Estado para que puedan recuperar una vida digna y en libertad.
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