Cómo vive el ñu, la ‘bestia salvaje’ que atemorizó a las tribus africanas por siglos

Con manadas de hasta 400,000 mil individuos, el ñu domina la región austral y oriental de África en la actualidad. Ésta es su historia.

En las faldas del Kilimanjaro, uno de los montes más altos del mundo, corren manadas interminables de ñu. Como si fueran un río expansivo y enfurecido, las pezuñas de estos ‘toros’ africanos retumban contra la sabana al sur y oriente del continente. Esto es todo lo que sabemos sobre estos animales barbados, que se conservan como uno de los más imponentes de su hábitat natural.

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¿Qué es un ñu y qué come?

Lo primero que se ve en los ñu son sus cuernos imponentes. Según documenta el Zoológico de Guadalajara, estos bovinos se caracterizan por su «coloración general plateado grisácea con bandas cafés en el cuello, hombros y parte anterior del cuerpo«. Cuentan con barbas blancas y ojos cafés claro, que se enmarcan con la sombra de sus cuernos afilados.

Ésta es una especie de múltiples nombres. La denominación científica es Connochaetes taurinus, explica la plataforma Naturalista, pero localmente se les llama como sigue:

• Ñu común
• Ñu azul
• Ñu decola negra
• Ñu listado o gorgón

En promedio, los ñu miden entre 1.87 y 2.15 metros de largo, sin contar el medio metro de cola. Al llegar a la madurez, alcanzan hasta los 1.20 metros de altura. Por sus dimensiones, un adulto normal pesa hasta 250 kilos. No es de sorprenderse, por lo tanto, que fueran temidos por las tribus africanas del sur.

A diferencia de otros bovinos, las hembras también cuentan con cuernos prominentes. Durante la época de secas, los ñu se alimentan de hierbas altas. Sin embargo, su dieta se basa primordialmente de pastos bajos.

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Familias numerosas y nutridas

A diferencia de otras especies africanas, estos son animales extremadamente gregarios. Las manadas suman hasta 400 mil ejemplares, que corren, comen y crían a los más jóvenes en conjunto. Estos antílopes se distinguen por hacer migraciones extensas hacia donde hay zonas más verdes, particularmente durante la sequía.

Para estas movilizaciones naturales, los ñu «avanzan en fila y que pueden recorrer enormes distancias«, documenta el Zoológico de Guadalajara. Generalmente, la época de celo coincide con las travesías, donde los machos se baten entre sí para conseguir el favor de sus parejas potenciales.

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