Los “cerdos del infierno” fueron un grupo de animales que, por sus grandes dimensiones, lograron imponerse a sus contemporáneos.
Entre hace 37 a 16 millones de años (épocas del Eoceno y el Oligoceno), la Tierra vio a uno de los depredadores más temidos: los “cerdos del infierno”. Estos animales conformaron una familia de mamíferos ya extinta. Aunque podríamos pensar que son antepasados de los puercos modernos, en realidad los entelodontes (Entelodontidae) o entelodóntidos, como se les conoce también, no son ancestros de ninguna especie que actualmente recorra el planeta.
Al ser dotados con un conjunto único de características físicas, como un gran tamaño, cabezas alargadas, mandíbulas poderosas y colmillos curvados, los cerdos del infierno eran también carroñeros que ocupaban diversos nichos ecológicos.
Carroñeros y territoriales
Las evidencias que han salido a la luz, gracias a los trabajos arqueológicos, muestran que estos depredadores tenían la costumbre de decapitar a sus presas. Esto viene de la mano con el hecho de que los cerdos del infierno eran seres sumamente agresivos y territoriales. A su favor tenían un gran tamaño, pues podían alcanzar 1,8 metros de altura y pesar unos 500 kilogramos.
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Su dieta parece haber sido sumamente variada, lo que les permitió a estos mamíferos ser muy a adaptables. Por ejemplo, podían alimentarse de desde plantas y raíces hasta carroña y huesos.
¿Por qué se extinguieron los cerdos del infierno?
La razón que llevó a estos animales a su final permanece como un misterio para los científicos. Sin embargo, las estimaciones de los expertos apuntan a que, por el tiempo en que vivieron, los cerdos del infierno llegaron a la extinción a razón de:
- Cambios climáticos
- Transformación de los ecosistemas
- Competencia con otras especies
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Seguir investigando a estos asombros animales dará más pistas a los expertos sobre cómo era la Tierra, cómo evolucionó y de qué manera cambiaron los ecosistemas. En otras palabras: todo un misterio que vale la pena resolver.
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