En aras de promover la conservación de felinos amenazados, el Santuario Jaguar abrió un área de Crianza Salvaje para incorporar a jaguares a la vida silvestre.
Una de las mayores preocupaciones que existen actualmente en México con respecto a los felinos mayores es la fragmentación de su territorio. Megaproyectos como el Tren Maya o el muro que cruza la frontera con Estados Unidos no sólo han invadido su hábitat natural, sino que han hecho que las poblaciones queden incomunicadas. Parte de la misión de Santuario Jaguar es revertir ese daño, rehabilitando ejemplares para que vuelvan a vivir en libertad.
Ubicado en el Estado de México, a unos cuantos kilómetros del centro arqueológico de Teotihuacan, este refugio para la vida silvestre forma parte de Reino Animal: un proyecto de conservación que «busca un equilibrio entre el bienestar animal y la educación ambiental hacia los visitantes», explica Ithiel Berrum, director general del espacio, en una entrevista exclusiva con National Geographic en Español.
Después de un año de la apertura de Santuario Jaguar, el refugio sigue en expansión. Recientemente, el espacio inauguró su área de Crianza Salvaje. Esto es lo que sabemos al respecto.
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Un espacio de rehabilitación y encuentro
Un equipo cada vez más nutrido de veterinarios, biólogos, guías, ingenieros, paisajistas y personal de mantenimientose encarga de que Santuario Jaguar siga siendo un espacio adecuado para que los felinos se recuperen. Más que nada, porque el grueso de la población que se está rehabilitando ahí fue incautada por las autoridades.
En colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT), se han recibido cientos de jaguares rescatados en el último año. «Debemos saber que el jaguar es una especie amenazada y en declive«, enfatiza Berrum. Sobre todo, por la presión ecológica que ejercemos los seres humanos sobre su ecosistema y hábitat.
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Buscando una población genéticamente diversa
Como veterinario egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el especialista sabe que el santuario juega un papel clave en dos vías:
- Es un espacio para concentrar a una población genéticamente viable para la reproducción controlada.
- Permite que los seres humanos se acerquen a conocer los problemas a los que se enfrenta la especie, a partir de una «ruta temática educativa que realizan los visitantes en el Santuario del Jaguar«, detalla el director del espacio.
Por ello, el director del Santuario Jaguar tiene claro que la colaboración entre «el sector empresarial, universidades, gobierno y otros centros de conservación«. Más que nada, añade Berrum, porque se requiere una gran cantidad de recursos económicos para mantener un refugio de estas dimensiones en las condiciones necesarias para la fauna.
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Por la magnitud e impacto que el proyecto ha tenido, Santuario Jaguar tiene como anfitriones a las marcas Kinder Sorpresa y Kinder Chocolate. Al respecto, Solange Massimi, directora de Relaciones Públicas y Comunicación Corporativa para Ferrero de México y Centroamérica, enfatiza la importancia de que las infancias se acerquen a este tipo de espacios:
«[…] es un proyecto robusto, bien establecido y aterrizado y que ayuda a que las nuevas generaciones vean la responsabilidad social de otra forma», concluye en entrevista exclusiva para National Geographic en Español.
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