Siete crías de monos saraguatos quedaron huérfanas tras ola de calor que mató a sus madres

Siete crías de monos sobrevivieron al golpe de calor en Tabasco, pero perdieron a sus madres. Estos pequeños animales reciben crianza asistida, pero tardarán años en regresar a su hábitat.

En una fila de jaulas con ramas verdes y tiernas, siete crías de monos saraguatos se aferran y balancean sobre muñecos de peluche. Estos juguetes suaves y esponjosos se han convertido en los sustitutos de sus madres durante su proceso de recuperación después de sufrir golpes de calor. Una de las graves consecuencias de la alta mortandad de estos animales es que muchas hembras murieron, dejando a sus crías huérfanas.

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Monos huérfanos que no pueden volver a su hábitat

Las siete crías de monos saraguatos, como también se les conoce a los monos aulladores, forman parte de un grupo de 18 primates que sobrevivieron al golpe de calor que ha matado a más de 200 de ellos en el sureste de mexicano. Solo en Tabasco, 198 murieron tras caer de los árboles ante la sequía y el clima extremo de más de 40 grados que se reporta en esa región del país.

Entre hojas tiernas de ceiba, chicozapote y guaya, este grupo de crías se alimenta mientras continúa bajo vigilancia de médicos y especialistas de Unidad Médica para la Atención de Primates Cunduacán-Cobius. La tropa está a cargo de la médico veterinaria Yuli García, una de las voluntarias especializada en la crianza asistida de animales, y quien se encarga de alimentarlos y brindarles los cuidados que necesitan para volver a su hábitat.

El proceso para que las crías puedan regresar a la selva que un día fue su hogar, puede tomar más de 2 años, y en México podría no existir un sitio adecuado para su cuidado. Después de la emergencia, necesitarán un hogar sustituto para prepararse para volver a los árboles.

“Esperamos que se integren en un centro de rehabilitación, que puedan ser parte de un programa para que se liberen en dos años o dos años y medio a su hábitat natural. Ellos requieren de una crianza asistida o artificial, para ello se requiere de personal y equipamiento”, explicó Gilberto Pozo Montuy, director ejecutivo de la organización Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (Cobius).

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Un centro de rehabilitación para los monos saraguatos

Las crías que sobrevivieron al clima extremo en Tabasco han sido asistidas a través de alimento, biberones e insumos producto de donaciones, y su cuidado está a cargo de expertos voluntarios que se desplazaron hasta ese estado. El siguiente paso será construir un centro de rehabilitación para ellos, aunque Pozo Montuy considera “difícil que se puedan invertir en algo así”.

Un zoológico no sería una opción para estos animales porque “van a estar siempre en cautiverio sin un programa de rehabilitación, sin un retorno al hábitat”, explica el también investigador. Además, en México “no hay una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que cuente con un programa de rehabilitación”.

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