Del tamaño de una ballena azul promedio, los ictiosaurios encontrados en Suiza podrían ser los más grandes que existieron en nuestro planeta.
Después de miles de millones de años de historia natural, el territorio que pertenece a Suiza se quedó desprovisto de mares. Sin embargo, durante un periodo amplio de la Prehistoria, las mesetas del actual país europeo estuvieron cobijadas con una extensa capa de agua salada. En este ecosistema primitivo, explican investigadores de la Universidad de Bonn, en Alemania, habitaron algunos de los reptiles más grandes que han nadado sobre la Tierra: los ictiosaurios.
Estos reptiles prehistóricos se caracterizaron por mezclar las características de un delfín contemporáneo con un pez espada. Los restos fósiles que se han encontrado en Suiza revelan que los ictiosaurios tenían aletas similares a la de estos mamíferos acuáticos, mientras que tenían un hocico alargado, colmado de colmillos afilados. Además, eran verdaderamente gigantes.
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Bestias prehistóricas de 20 metros de largo
De acuerdo on el estudio publicado recientemente en Journal of Vertebrate Paleontology, hacia el final del periodo Triásico, el mar que recubría Suiza estaba dominado por ictiosauros gigantes. Tan grandes, escriben los autores, que podrían ser «los más grandes encontrados hasta la fecha«.
A partir de los restos fósiles encontrados cerca de los Alpes Suizos, los investigadores estiman que estos animales medían 20 metros de largo en promedio. En comparación, una ballena azul adulta mide alrededor de 24 metros de largo —y, actualmente, ésta es la especie más grande que habita el planeta.
Con todo lo anterior, los ictiosaurios encontrados en Suiza podrían ser los reptiles prehistóricos más masivos encontrados hasta ahora. Así describen los hallazgos en el artículo:
«Los descubrimientos recientes incluyen los restos de ictiosaurios gigantes de las siestas austroalpinas de los Alpes suizos orientales. […] El material consiste en un diente muy grande que carece de la mayor parte de la corona del miembro de Schesaplana Rhaetian, una asociación de hueso poscraneal de una vértebra muy grande y diez fragmentos de costilla también del miembro de Schesaplana, y una asociación de siete centros vertebrales muy grandes.»
Lo anterior confirma ‘inequívocamente’, según escriben los paleontólogos de la Universidad de Bonn, que los ictiosaurios persistieron en Suiza hacia finales del periodo Triásico, hace 205 millones de años. De la misma manera, los restos fósiles son prueba de que estos reptiles prehistóricos gigantes tenían dientes.
Esto confirma, además, que los ictiosaurios eran grandes depredadores, que consumían otras especies marinas. Según los autores, lo más probable es que se hayan dado buenos festines con tiburones, otros reptiles prehistóricos —e incluso, con ictiosaurios más pequeños.
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