La historia del monstruo del Lago Ness es una de las que más ha fascinado a científicos, seguidores de la criptozoología y personas de todo el mundo. La sola idea de que una criatura, que se ha descrito como los extintos plesiosaurios, habite en ese lago de Escocia resulta increíble. Pasa que hay diversos testimonios apoyando la presunta existencia del enigmático animal, la mayoría corresponden al siglo XX. Por si fuera poco, está la fotografía tomada por Robert Kenneth Wilson, un médico cirujano de Madagascar. Esa referencia visual dio la vuelta a la Tierra y motivó a varios equipos a la búsqueda del monstruo del Lago Ness.
El hecho de que el lago en cuestión abarque hasta 39 kilómetros y tenga una profundidad máxima de 240 metros mantiene viva la esperanza de que, por algún lugar, ese ser de aspecto prehistórico siga viviendo. No obstante, ninguna de las cuantiosas investigaciones alrededor del tema ha encontrado a su objetivo.
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Pero, como bien se ha dicho, la esperanza es lo último que se pierde. De modo que este pasado fin de semana un grupo de investigación, resultado de la asociación entre el Centro del Lago Ness y el equipo de investigación voluntario Loch Ness Exploration, emprendió la mayor búsqueda, en 50 años, del misterioso ser que supuestamente habita en ese cuerpo de agua.
El gran operativo, que se presume estuvo cerca de los 300 miembros, llevó por nombre “The Quest”. Consintió en un exhaustivo rastreo a bordo de varias embarcaciones. Fuera de los medios humanos, la búsqueda se apoyó en drones equipados con cámaras infrarrojas e hidrófonos para detectar sonidos bajo el agua.
Voluntarios de diferentes partes del mundo fueron establecidos en 17 puntos de observación, mientras que otros tantos subieron a los botes. Además, se contó con la presencia de personas, independientes al proyecto, que registraron los diferentes momentos de esta ambiciosa búsqueda del monstruo del Lago Ness.
Hasta el momento, todo parece indicar que el equipo no llegó a obtener pruebas concluyentes sobre la existencia del monstruo. Sin embargo, Alan McKenna, líder del proyecto, sostiene que hay material para revisar. Y es que algunos de los micrófonos sí llegaron a grabar “sonidos extraños”.
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Los avistamientos del monstruo del Lago Ness, según el Centro del Lago Ness, suman más de mil. Ya desde el año 564 d.C un monje irlandés había escrito sobre un ataque del animal. La historia se refuerza por toda clase de testimonios que hacen de esta una de las mayores leyendas de su tipo.
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