Después de décadas de rozar la extinción, un nuevo conteo de la UICN asegura que las poblaciones de tigres están ganando estabilidad y podrían recuperarse.
Hasta el siglo XXI, la población de tigres en el mundo había caído hasta un dramático 93 %. Los reportes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) albergaban pocas esperanzas para estos grandes felinos que, por sus pieles y órganos, habían sido cazados ilegalmente casi hasta la extinción.
Los países de mayor preocupación eran India, Nepal, Bhutan, Russia and China. Sin embargo, el conteo reveló que hay un 40 % más de ejemplares en estos territorios de lo que se creía antes.
En 2015, la organización realizó el último censo de tigres en el mundo. En aquel entonces, se estimaba que poco más de 3 mil 700 ejemplares quedaban vivos en libertad. A más de un lustro de que la UICN calculó esta cifra, un nuevo conteo asegura que existen alrededor de 5 mil 578 tigres salvajes.
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Buscando la estabilidad
Como uno de los felinos más grandes del planeta, los tigres «se encuentran en hábitats increíblemente diversos: selvas tropicales, pastizales, sabanas e incluso manglares«, según documenta World Wildlife Fund (WWF). Aún a pesar de esta versatilidad de ecosistemas, las poblaciones han caído hasta límites peligrosos a causa de la actividad humana.
Ya sea por la invasión de su entorno natural, o por la caza excesiva de la especie, la población de tigres en el mundo decayó hasta un 93 %, según las cifras de la UICN. Este año, sin embargo, el panorama parece mucho más favorable. Las nuevas mediciones más recientes de la organización sugieren que hay alrededor de 2 mil ejemplares más de los que se pensaba originalmente.
Aunque la especie todavía se encuentra catalogada como ‘en peligro de extinción’, la tendencia poblacional de la UICN indicó que los tigres “están teniendo éxito y la recuperación es posible mientras continúen los esfuerzos de conservación”, dijo la organización.
Esto no sólo es una buena noticia para los tigres, sino para todo su entorno natural. Como depredadores principales de sus ecosistemas, son una especie clave para la salud del medio ambiente en el que se desenvuelven, detalla la UICN. De manera indirecta, la conservación de los tigres contribuye a la estabilidad de otras especies de herbívoros, carnívoros, y a la persistencia de todo el ecosistema de manera funcional.
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