Los estragos de la crisis climática son más evidentes que nunca y la muerte de 354 pingüinos por una ola de calor extremo es una muestra de ello.
En enero de 2019, la temperatura en Punta Tombo (el hogar de una de las mayores colonias de pingüinos de Magallanes del mundo) alcanzó hasta 44 ºC a la sombra, provocando la muerte en masa de al menos 354 individuos del grupo.
“Este evento extremo ocurrió cerca del final de la temporada de reproducción de los pingüinos de Magallanes, por lo que mató a una gran cantidad de adultos y polluelos. Se trata de la primera vez que registramos un evento de mortalidad masiva asociado con temperaturas extremas en Punta Tombo «, explica Katie Holt, doctorante en Biología de la Universidad de Washington y autora principal del estudio.
El evento coincidió con la temperatura más alta jamás registrada en Punta Tombo (44 ºC), cuyo promedio mensual histórico arroja máximas de 29 º y mínimas de 12 º durante mediados de enero.
A partir del registro de los cadáveres de pingüinos en el lugar y su análisis postmortem, el equipo estima que 264 eran adultos que murieron deshidratados. De ellos, el 27 % fue encontrado en alguno de los caminos que llevan desde la colonia hasta el océano, a donde probablemente se dirigían para hidratarse.
«Los adultos muertos a menudo se encontraban bocabajo con los pies y aletas extendidas y la boca abierta», postura que según un comunicado de la Universidad de Washington, es común cuando esta especie jadea y trata de enfriar su cuerpo.
Aunque otros eventos (como inundaciones y tormentas severas) afectan continuamente a la colonia, la mortalidad por olas de calor extremo es especialmente preocupante, debido a que la viabilidad de esta especie, como el resto de aves marinas longevas, radica en la esperanza de vida prolongada de los adultos que crian polluelos con éxito. Si bien la pérdida de crías es un evento trágico, la supervivencia de los adultos es necesaria para asegurar la reproducción del siguiente año.
El estudio publicado en Ornithological Applications descubrió que mientras en algunas regiones de la colonia la letalidad alcanzó hasta el 5 %, en otros sitios apenas se presentaron bajas entre los pingüinos de Magallanes. Este dato sugiere que tanto los microclimas como la facilidad para acceder al océano y la salud de cada individuo determinó su resistencia al calor extremo.
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