Con cada vez más casos positivos en el mundo, la viruela del simio se declaró como crisis sanitaria recientemente. Estos son los síntomas.
No es la primera vez que se emiten alarmas sobre la viruela del simio. En julio de 2021, algunas coberturas mediáticas retrataron como un resurgimiento mortal. Desde Nigeria, en la región más occidental del continente africano, se pensó podría transportarse fácilmente a Europa y América bajo esta lógica, propagarse a todo el mundo.
Sin embargo, Oyewale Tomori, presidente de la Academia Nigeriana de Ciencia, calificó esto como una exageración. Si bien es cierto que se han registrado nuevos casos de la viruela del mono en su país, la enfermedad está presente y siempre estará ahí. Un año más tarde, sin embargo, las autoridades del Reino Unido han registrado cada vez más casos en todo el país.
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Una enfermedad endémica
Después de un año de que se emitió la alerta en Europa, Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) confirmó 6 casos positivos a viruela del simio en mayo de 2022. Todos ellos, explica el microbiólogo Raúl Rivas González de la Universidad de Salamanca, están siendo atendidos en Londres, con unidades especializadas para tratar padecimientos infecciosos.
Sobre qué es la viruela del simio, y de dónde viene, Rivas explica lo siguiente para The Conversation:
«Se trata de una infección zoonótica rara emergente, potencialmente mortal, que puede propagarse a los humanos y que suele aparecer en África occidental y central, donde ahora es endémica», escribe el especialista.
Históricamente, el grueso de los casos se han registrado en Nigeria. La primera vez que se identificaron infecciones fue en la década de los 70. Sin embargo, entre 2017 y 2021, se han documentado 466 casos positivos en el país. Sólo 8 de estos fueron tuvieron consecuencias mortales.
¿La viruela del simio es lo mismo que la viruela?
Los pacientes positivos en África central reportaron que «comían monos como un manjar«, explica Rivas en el artículo. Sin embargo, «no podían recordar si habían comido monos durante el último mes», o si habían tenido contacto cercano con algún animal parecido antes de presentar síntomas.
Lo que es una certeza es que la viruela del simio es un padecimiento de tipo zoonótico. Es decir, «puede transmitirse entre animales y seres humanos«, explican los CDC de Estados Unidos. La COVID-19, por ejemplo, tiene esta misma naturaleza. Sin embargo, es fundamental hacer la distinción entre la viruela —erradicada en la década de los 80, según la Organización Mundial de la Salud— y la viruela del simio.
Ambas vienen del mismo virus, el ortopoxvirus. A pesar de ello, son enfermedades diferentes. A la primera se le hace referencia como smallpox (viruela humana) en inglés, mientras que a ésta, monkeypox (viruela del simio):
«Desde la erradicación de la viruela, la viruela del simio ha asumido el papel del ortopoxvirus más destacado que afecta a las comunidades humanas», documenta Rivas, con base en The National Library of Medicine.
Aunque tienen nombres y orígenes similares, la viruela del simio y la viruela son enfermedades diferentes. Incluso, los especialistas aseguran que tienen síntomas similares, y que la primera es más leve que la segunda.
¿Cuál es son los síntomas de la viruela del simio?
El primer caso registrado por las autoridades británicas se detectó el 7 de mayo, en un paciente que venía de Nigeria. Los casos adicionales se anunciaron hacia el día 16 del mismo mes. Para identificar la infección, vale la pena considerar los siguientes síntomas:
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Erupciones en la piel, que generalmente empiezan en el rostro
- Formación de costras, que eventualmente se caen y no dejan marcas
En general, se sabe que tiene un periodo de incubación de entre 7 y 14 días. La enfermedad puede durar hasta 4 semanas en el organismo, y es posible que se transmita por medio de fluidos corporales como la saliva y las excreciones. La tasa de letalidad, indica Rivas, oscila entre el 4 y el 22 %, con una incidencia mayor en niños.
Así como Oyewale Tomori, Rivas enfatiza que es necesario dar un seguimiento puntual a los casos positivos registrados hasta ahora. No sólo en el continente africano. Aunque no se trata ni lejanamente de una epidemia todavía, «la enfermedad constituye una amenaza significativa para la salud humana«, concluye el especialista.
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