Bienes suntuarios desenterrados en la fortaleza real del legendario sitio de Tintagel demuestran la prosperidad de los gobernantes celtas.
Un descubrimiento reciente en el suroeste de Inglaterra ha hecho noticia debido a su asociación con el rey Arturo, pero más allá de cualquier conexión con el gobernante más grande de Gran Bretaña, los arqueólogos lo celebran por su increíble importancia.
Las excavaciones en Tintagel, una eminencia rocosa en la costa de Cornualles, han arrojado evidencias de fortificaciones de piedra colosales y bienes suntuarios importados de lugares tan lejanos con la moderna Turquía, todo ello correspondiente a un periodo poco conocido de la historia británica que inició con el colapso del régimen romano, hacia 400 d.C.
Los arqueólogos señalan que, en el registro histórico, las referencias más antiguas del líder llamado Arturo están vinculadas con acontecimientos ocurridos entre 400 y 600 d.C., época en que fueron construidas las fortificaciones de Tintagel. Y a decir de un relato escrito siglos más tarde, el rey Arturo fue concebido en Tintagel.
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El comercio suntuario en la ?Edad Oscura?
Durante las excavaciones de verano en Tintagel, los arqueólogos han encontrado evidencias de más de cien edificios que podrían datar de los siglos V y VI d.C., periodo en que se piensa que el sitio fue una fortaleza real importante del reino celta de Dumnonia.
Las primeras evidencias de la fortaleza celta emergieron durante unas excavaciones que se llevaron a cabo en la década de 1930. Por desgracia, el hogar del arqueólogo principal de aquel proyecto, C.A. Raleigh Radford, fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial y los resultados científicos nunca se publicaron debidamente. En la década de 1990, se reabrieron las zanjas de Radford en Tintagel y entonces aparecieron finos artefactos de cerámica y vidrio procedentes de todo el mundo mediterráneo.
Más de dos décadas después, los arqueólogos regresaron a Tintagel para emprender un proyecto a cinco años financiado por la beneficencia English Heritage, con la finalidad de esclarecer qué ocurrió en el sitio durante un periodo que algunos historiadores describen, erróneamente, como ?Edad Oscura?, y que otros llaman "sub-romano" o "post-romano".
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¿Por qué abandonaron Tintagel y otros asentamientos comerciales costeros?
Aunque este verano solo excavaron unas pocas zanjas en áreas intactas del sitio, los arqueólogos dejaron expuestas enormes paredes de roca ?algunas de más de un metro de espesor-, que son las estructuras más importantes conocidas de aquella época. Otros centenares de hallazgos pequeños han proporcionado más evidencias de bienes suntuarios importados, transportados desde las soleadas costas del Imperio Romano Oriental hasta este ventoso promontorio británico.
Los eruditos creen que el pueblo de Dumnonia comerciaba con estaño local, intercambiándolo por dichos artículos de lujo, y posiblemente por esclavos y perros de caza.
Un periodo muy poco conocido
La arqueóloga Susan Greaney, principal historiadora de patrimonio en English Heritage, descarta cualquier conexión entre la leyenda artúrica y los nuevos hallazgos en Tintagel. ?La relación artúrica es meramente literaria, legendaria ?afirma Greaney-. De ninguna manera iniciaríamos un proyecto de investigación [con el objetivo de] buscar a Arturo?.
A principios de este año, algunos críticos atacaron a English Heritage por disneyficar las conexiones artúricas de Tintagel, debido a que la beneficencia encargó que se esculpiera una imagen de Merlín en los acantilados del sitio.
Greaney hace hincapié en que el enfoque del proyecto a cinco años es entender mejor la vida cosmopolita en la antigua Dumnonia: quiénes eran aquellas personas, con qué comerciaban, y por qué muchos de los asentamientos comerciales costeros, como Tintagel, fueron abandonados misteriosamente en el siglo VII d.C.
?Sabemos más de Stonehenge que de algunos de estos sitios?, afirma.
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Arturo: realidad y leyenda
Si bien algunos estudiosos se mantienen firmes en la creencia de que el rey Arturo no es más que una invención literaria, otros son más cautelosos. ?No hay pruebas que demuestren su historicidad, pero claro, tampoco hay pruebas que demuestren que sea una invención, un personaje completamente ficticio?, dice Christopher Snyder, decano y profesor de historia en la Universidad Estatal de Mississippi, y autor de The World of King Arthur.
Casi todos en la Edad Media creían que hubo un Arturo histórico.
Christopher Snyder | Historiador
?Aunque los historiadores académicos lo pongan en duda, casi todos en la Edad Media creían que hubo un Arturo histórico ?explica Snyder-. Hay un gran poder en ese mito?.
En el siglo XII, era muy común asociar al rey Arturo con Tintagel debido a un relato asentado en Historia Regum Britannie (Historia de los reyes de Gran Bretaña), en el cual Geoffrey de Monmouth habla del rey Arturo y sus hazañas. Según Geoffrey, el rey Arturo fue concebido en Tintagel gracias a que su padre, Uther Pendragon, recurrió a la ayuda de Merlín para tomar la apariencia del gobernante de la fortaleza y acostarse con su esposa.
Poco más de un siglo después, Ricardo, conde de Cornualles y hermano de Enrique III, construyó un castillo en Tintagel, posiblemente para fortalecer sus nexos familiares con el rey Arturo. Para el siglo XIV, los reyes de Inglaterra celebraban la leyenda con réplicas de la Mesa Redonda, torneos artúricos, y títulos que la monarquía británica confiere incluso en nuestros días.
Hasta el nombre del legendario rey ha persistido en la aristocracia moderna (como consta en los príncipes Carlos Felipe Arturo Jorge, y Guillermo Arturo Felipe Luis). Con todo, la monarquía se ha resistido a introducir un nuevo Arturo en el árbol genealógico.
?La mayoría de los príncipes Arturo han muerto jóvenes y de forma trágica ?explica Snyder-. No es un nombre de buen agüero?.