El asteroide se oculta en el intenso brillo del sol, por eso es difícil observarlo.
Este artículo fue actualizado el 4 de marzo. Se precisó la fecha en la que el asteroide pasará cerca de la tierra, el 8 de marzo, así como las estimaciones de la cercanía con la que pasará.
Un pequeño asteroide se está acercando rápidamente a la Tierra. Y aunque la NASA asegura que las posibilidades de impacto son esencialmente nulas, el encuentro podría ser muy cercano.
Se espera que el asteroide 2013 TX68 pase por nuestro planeta el 8 de marzo, tal vez a una distancia de 5 millones de kilómetros, casi 12.5 veces más lejos que nuestra luna. También es posible que se acerque a unos 24,000 kilómetros, cerca de la altitud en la que orbitan nuestros satélites geosíncronos (aunque no se espera que los satélites corran peligro).
La razón de esta enorme variación en el cálculo es, en esencia, la falta de datos. El asteroide fue descubierto y visto por última vez en 2013, por Catalina Sky Survey. En aquel momento, los científicos solo pudieron recoger información durante tres días, momento en el que la roca pasó frente al sol y se perdió en su resplandor.
?Si bien los astrónomos lograron determinar la órbita del asteroide, quedó cierta incertidumbre sobre sus parámetros orbitales [o la trayectoria de vuelo específica]?, dice Patrick Taylor, científico de asteroides del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico. Desde entonces, agrega Taylor, las predicciones de su ruta ?han discrepado un poco?.
Taylor señala que es poco probable que los astrónomos puedan precisar la distancia exacta de la máxima aproximación antes del encuentro, debido a que 2013 TX68 se está acercando desde la dirección del sol, y el fulgor de nuestra estrella lo mantendrá oculto hasta que pase.
?El día del sobrevuelo, se iluminará drásticamente al alejarse del sol y con suerte, será detectado de nuevo por uno de los grandes programas de estudio de asteroides que escudriñan el cielo todas las noches ?informa Taylor-. Las nuevas observaciones reducirán tremendamente la incertidumbre sobre su órbita, y determinarán cuánto se acercó a la Tierra?.
Cuando dispongan de más información, Taylor cree que los investigadores podrán mantener al asteroide bajo una estrecha vigilancia telescópica durante periodos más prolongados, y así determinarán su velocidad de rotación, su tamaño, y su composición. Los astrónomos están muy interesados en hacer esas observaciones, pues mejorarán su comprensión de los asteroides y cometas que cruzan la órbita terrestre, conocidos colectivamente como objetos Próximos a la Tierra.
Los mejores cálculos sugieren que TX68 mide unos 30 metros de ancho.
Eso le haría casi 50 por ciento más grande que el bólido que estalló hace tres años sobre Cheliábinsk, Rusia, desatando ondas de choque que rompieron ventanas y lesionaron a más de mil personas. Una explosión aérea similar debida a un asteroide del tamaño de TX68, produciría el doble de esa energía.
?Podría haber alrededor de un millón de asteroides próximos a la Tierra en esa categoría de tamaño ?con decenas de metros de diámetro- y apenas hemos descubierto 10,000 de todos los tamaños?, informa Taylor.
Aunque, esta vez, los científicos han descartado toda posibilidad de colisión, los cálculos que proyectan las órbitas futuras del asteroide revelan que cuando regrese a la Tierra, el 28 de septiembre de 2017, tendrá una posibilidad muy remota (una en 250 millones) de chocar contra nuestro planeta. Las probabilidades son aun más bajas en sobrevuelos subsecuentes hasta 2047. Funcionarios de la NASA creen que las observaciones futuras confirmarán una menor probabilidad de choque.