Un estudio que duró 40 años define las personalidades que elevan la probabilidad de contraer la enfermedad.
Las preocupaciónes, los celos y el mal humor, asociados a un mayor riesgo de Alzheimer en las mujeres
Las mujeres que suelen ser ansiosas, celosas, o que a menudo están de mal humor y angustiadas en la mediana edad podrían tener un riesgo más alto de desarrollar Alzheimer, según un estudio de casi 40 años de duración publicado en la edición web de Neurology.
«Gran parte de la investigación en Alzheimer se ha ocupado de factores tales como la educación, los componentes de riesgo cardiacos y sanguíneos, los traumatismos craneales, los antecedentes familiares y la genética», explicó la autora del estudio Lena Johannsson, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia.
«La personalidad puede influir en el riesgo individual para desarrollar demencia a través de su efecto en el comportamiento, el estilo de vida o las reacciones al estrés.
Para el estudio, 800 mujeres de edad promedio de 46 años fueron vigiladas durante 38 años y sometidas a determinados exámenes de personalidad que tomaron en cuenta su nivel de neuroticismo, extroversión e introversión, y a pruebas de memoria. De ellas, 19% desarrollaron demencia.
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El neuroticismo implica angustiarse fácilmente y rasgos de personalidad tales como preocupación, celos o mal humor. Las personas que son neuróticas son más propensas a expresar enojo, culpa, envidia, ansiedad o depresión. La introversión es descrita como timidez y cautela, y la extroversión se asocia con ser abierto.
Se preguntó a las voluntarias si habían experimentado algún periodo de estrés que durara un mes o más tiempo en lo referente a su trabajo, salud o situación familiar.
El estrés se refiere a sentimientos de irritabilidad, tensión, nerviosismo, miedo, ansiedad o alteraciones del sueño.
Las respuestas fueron categorizadas como cero a cinco, con el cero para representar el nunca haber experimentado un periodo de estrés, y el cinco, para indicar una tensión emocional constante durante los últimos cinco años. Se consideró que las mujeres que eligieron como respuestas del tres al cinco sufrían de estrés.
El estudio encontró que quienes registraron las puntuaciones más altas en los tests para evaluar el neuroticismo, tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia, comparadas con aquellas que obtuvieron las cifras más bajas en las pruebas. Sin embargo, la relación depende de la tensión de larga duración.
Haberse retirado hace tiempo o recientemente no parece incrementar el riesgo de demencia per se, sin embargo, las mujeres que se angustiaban fácilmente y eran retiradas tuvieron el riesgo mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en el estudio. Un total de 16 de 63 mujeres, o el 25% que se angustió fácilmente y pertenecía al grupo de las retiradas, desarrolló la enfermedad de Alzheimer, en comparación con ocho de 64 o el 13% de las que no se angustiaban con facilidad y no estaban retiradas.
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