Estas imágenes antiguas, publicadas en 1923, resaltan la belleza y el misterio de los cristales de nieve.
A fines del siglo XIX, Wilson Bentley, un granjero autoeducado de Vermont, creó la primera imagen o ?fotomicrografía? de un copo de nieve. Para ello, conectó una cámara de fuelle con un microscopio.
En 1904, la revista National Geographic publicó parte de la obra impresionante de Bentley. Luego, en 1923, presentó otra serie de imágenes que resaltaban la delicada belleza y la geometría única de los cristales de nieve.
Hoy día, seguimos maravillándonos con la manera como los diminutos copos reflejan y refractan la luz, y por el hecho de que no hay dos copos que sean exactamente iguales. Aunque un científico halló dos que parecían idénticos durante una tormenta ocurrida en Wisconsin, en 1988, lo más probable es que fueran diferentes en los niveles atómico y molecular, argumenta Kenneth Libbrecht, físico del Instituto de Tecnología de California.
?Al mirarlos al microscopio, descubrí que los copos de nieve eran milagros de belleza; y me pareció una pena que otros no pudieran ver y apreciar esa belleza?, dijo Bentley en 1925, acerca de su obra. El fotógrafo falleció en 1931 en su granja de Jericho, Vermont, habiendo retratado más de 5,000 copos de nieve.
En esta galería, presentamos nuestras imágenes favoritas del trabajo de Bentley:
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