La verdad acerca de los antioxidantes

¿Nutrientes milagrosos que combaten enfermedades o sólo un truco publicitario?

Se anuncian como una historia épica del bien contra el mal. Los villanos: los radicales libres, esos malvados venenos que atacan el ADN. Nuestros valientes defensores: los antioxidantes, hechos para protegernos de todo. ¿O no? Has escuchado estas frases: "¡Curan el cáncer!" "¡Previenen el envejecimiento!" "¡Recargan el sistema inmunitario!".

Pero, mientras creemos saber lo que los antioxidantes pueden hacer por nosotros, pocos conocemos en realidad lo que son. Y los fabricantes de alimentos se encuentran muy a gusto con la situación; cuanto menos sepas, es más probable que te tragues todo lo que dice la publicidad. "Los antioxidantes están rodeados por un aura de salud", dice la doctora Marion Nestle, estudiosa de los Alimentos y de Salud Pública en la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos. "Se supone que deberían combatir todo lo malo que hay en el cuerpo. ¿Quién no querría consumir algo que solo proporciona bondades?". No hay duda de que los antioxidantes pueden ser benéficos. Pero para maximizar sus beneficios, primero debemos aclarar algunos supuestos.

Mito 1: Los radicales libres deben ser destruidos

No por completo

Los fundamentos: los antioxidantes combaten los radicales libres, moléculas inestables en el cuerpo que pueden causar mutaciones en el ADN. Aunque estos se han ligado enfermedades del corazón, Parkinson y cáncer, no son, necesariamente, los villanos, son "subproductos" de un proceso metabólico básico llamado oxidación. "Son esenciales para la vida", dice Jeffrey Blumberg, director del laboratorio de antioxidantes en la Universidad de Tufts, en Estados Unidos. "Por ejemplo, las células del sistema inmunológico dispararán radicales libres sobre las bacterias invasoras, con la finalidad de matarlas".

Sin embargo, demasiados son perjudiciales. Los contaminantes los generan en exceso y dejan al organismo vulnerable a daños celulares y enfermedades. Ahí es donde los antioxidantes entran. "Necesitamos contar con las defensas adecuadas para combatir a los radicales libres cuando enloquecen", dice Blumberg.

Haz esto Si asumes que por fin has frenado los malos hábitos como el tabaquismo y el bronceado en exceso, recurre a la dieta. Si comes una amplia variedad de frutas y vegetales, tu dieta es naturalmente rica en miles de antioxidantes. Los estudios sugieren comer al menos cinco raciones de frutas y verduras al día para cosechar mayores beneficios en salud.

Mito 2: Todos los antioxidantes se crean de la misma manera

Completamente falso

Cualquier molécula que proteja las células contra la oxidación es técnicamente un antioxidante, dice el doctor Joe Vinson, profesor de Química en la Universidad de Scranton, en Pensilvania, Estados Unidos. "Son anti-oxidación." Esto incluye nutrientes conocidos, como las vitaminas y otros tipos de antioxidantes que no son tan comunes para nosotros, como los flavonoides y los polifenoles -cerca de 8,000 variedades en total.

Pero no asumas que todos los antioxidantes funcionan de la misma manera, advierte Blumberg. "No puedes decir: bueno, qué importa si no consumo suficiente vitamina E, porque tomo mucha C. Por muy altas cantidades que ingieras, no sustituiría a la primera", afirma Blumberg. Algunos antioxidantes sobresalen en la lucha contra determinados tipos de radicales libres (sí, hay diferentes variedades de esos, también) mientras que otros son efectivos sólo en partes específicas de una célula. Y todavía hay otros que pueden luchar contra los radicales libres, pero sólo bajo condiciones apropiadas"Piensa en los antioxidantes como un ejército," dice el experto. "Necesitas generales, tenientes, cabos, soldados y otros que realicen tareas específicas. No puedes pelear contra el enemigo sólo con generales". Así que ¿cómo crear un sistema de defensa efectivo en la batalla por tu vida? Tienes que construir una contraofensiva multidisciplinaria con la dieta.

Haz esto Rompe la rutina y atrévete a probar algo nuevo de la sección de las verduras. En un estudio realizado en 2006, investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos, descubrieron que las personas que comían una gran variedad de frutas y verduras le brindaban mayor protección al ADN.

Mito 3: Todos los antioxidantes provienen de frutas y verduras

Claro que no

Todo el reino de las plantas -incluidos frijoles, nueces, semillas y granos- está repleto de antioxidantes, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Scranton. Esto se debe a que todas las plantas producen antioxidantes para combatir tanto a depredadores como a los rayos UV, dice Vinson. Sin embargo, es importante mantenerse alejado de los granos refinados ya que, al quitarles la cáscara, los han despojado de la mayoría de sus propiedades benéficas antioxidantes.

Incluso la carne, los productos lácteos y los huevos contienen algunos antioxidantes que provienen, principalmente, de plantas ricas en nutrientes con las cuales se alimentan los animales que consumimos.

Haz esto Aliméntate con granos enteros, frijoles, nueces y semillas; cómelos con regularidad. Cuando incluyas en el menú productos como carnes y lácteos, asegúrate de que los animales de los cuales provienen hayan sido alimentados con pastura; pues se ha comprobado que los alimentos con estas características contienen niveles más altos de antioxidantes. Los huevos de gallinas criadas a libre pastoreo también se clasifican como altos en antioxidantes, búscalos directamente en las granjas con estas características. Las granjas orgánicas son una buena opción.

Mito 4: Los alimentos fortificados con antioxidantes son más sano

No en realidad

La tinta ni siquiera había secado sobre los primeros estudios acerca de los antioxidantes, cuando las compañías de comida comenzaron a pegar la letra A en sus empaques. Incluso se podía ingerir una versión fortificada con antioxidantes del refresco Cherry 7UP, en Estados Unidos. La FDA (Food and Drug Administration) exige a los fabricantes de alimentos que enlisten las variedades de antioxidantes de un producto; los encuentras con frecuencia en letras pequeñas. Observa de cerca el empaque, frasco o botella, y la etiqueta te revelará que recibes una pequeña ayuda de vitamina ESi confías en la comida procesada para complementar el consumo de antioxidantes, podrías sorprenderte al saber que muchos de los alimentos procesados contienen relativamente pequeñas cantidades de sólo uno o dos tipos. Dado que la variedad es limitada, con seguridad no compensarás gran cosa.

Haz esto Ignora el bombardeo publicitario. No hay investigaciones que prueben que los productos empacados brinden los mismos beneficios a la salud que los alimentos integrales.

En vez de eso, concéntrate en la lista de ingredientes. Si un producto de comida contiene más alimento de origen vegetal, es probable que sea rico en antioxidantes.

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