Un grupo de médicos españoles condujo un estudio en el que comprueban los beneficios de la dieta mediterránea
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Afectan a hombres y mujeres por igual y no discriminan entre etnias. Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud, en 2030 morirán cerca de 25 millones de personas por ECV. Sin embargo, la mayoría de estas enfermedades pueden prevenirse, sobre todo con la dieta correcta.
Un grupo de médicos españoles condujo un estudio en el que comprueban los beneficios de la dieta mediterránea. Los resultados publicados en The New England Journal of Medicine demuestran que una dieta rica en aceite de olivo y nueces disminuye la probabilidad de sufrir un ataque cardiaco.
Durante casi 5 años, se monitoreo a más de 7 mil personas de ambos sexos, entre los 55 y 80 años de edad, con alto riesgo de sufrir un incidente cardiovascular. A un grupo se le pidió seguir una dieta mediterránea mientras que a otro se le instruyó seguir una dieta baja en grasa. Quienes mantuvieron la dieta mediterránea obtuvieron los mejores resultados.
La dieta no pretendía limitar calorías, ni se les obligó a los participantes practicar ejercicio. Simplemente aumentar el consumo de alimentos saludables fue suficiente para reducir el riesgo cardiaco. La dieta mediterránea consiste principalmente de verduras, carnes magras (sobre todo pescados ricos en ácidos grasos), aceite de olivo, granos, nueces y una salsa de tomate, ajo y especies para sazonar.
Lo que comemos es aun más importante que las cantidades que ingerimos; se trata de calidad, no cantidad. Así que alimentarse de productos frescos y cargados de nutrientes en vez de productos procesados trae muchos beneficios.