«Si no dejamos de destruir el medio ambiente y de comerciar especies silvestres como mascotas, carne o medicinas, estas enfermedades seguirán apareciendo».
Un nuevo estudio que compara los costos que conlleva prevenir una pandemia con aquellos que suponen controlarla una vez que ha comenzado, revela que con invertir únicamente el 5 % de las pérdidas económicas provocadas por COVID-19 sería posible reducir a la mitad el riesgo de enfrentar futuras pandemias.
“Con invertir únicamente una vigésima parte del costo que ha generado lidiar con el COVID a nivel mundial, el mundo podría poner en marcha medidas diseñadas a detener la propagación de virus que pasen de humanos a animales», explica Stuart Pimm, coautor del estudio y profesor de ecología en la Universidad de Duke.
¿Cómo evitar la próxima pandemia?
Aunque no se puede saber a ciencia cierta dónde y cuándo surgirá el siguiente virus con potencial pandémico, la historia reciente aporta datos clave a tomar en cuenta: aproximadamente el 75 % de las enfermedades infecciosas emergentes que aquejan a los humanos tienen un origen zoonótico.
Virus como el SARS-CoV, el VIH y el SARS-CoV-2 surgieron en el último medio siglo en entornos silvestres y han saltado a nuestra especie a partir del contacto con animales salvajes. Otras enfermedades como la fiebre amarilla, la malaria o la encefalitis equina venezolana son una muestra de que la mayoría de veces, este ‘salto’ a humanos ocurre en los límites de bosques tropicales gravemente amenazados por la deforestación, que pone en contacto directo a cada vez más personas con animales salvajes y su hábitat.
El estudio publicado en Science Advances involucró a epidemiólogos, economistas, ecólogos y biólogos de más de 21 instituciones de todo el mundo y a raíz de la evidencia de las últimas pandemias, sugiere que las primeras medidas a tomar en cuenta para evitar la próxima radican en invertir en programas para frenar la deforestación tropical y el tráfico internacional de vida silvestre, así como detener el consumo y comercio de carne de animales salvajes (tal y como ocurre en China).
Si estas medidas se complementan con un robusto sistema de vigilancia epidemiológica, la capacitación de más veterinarios y un mejor control de animales domésticos y salvajes, el riesgo de la próxima pandemia puede reducirse hasta un 50 %.
“Con invertir una cantidad equivalente a sólo el 5 % de las pérdidas económicas anuales estimadas asociadas con las muertes humanas por COVID en protección ambiental y la vigilancia de enfermedades en etapa temprana, los riesgos de futuras pandemias zoonóticas podrían reducirse a la mitad” explica el estudio; una acción que podría salvar alrededor de 1.6 millones de vidas anuales y ahorrar más de 10 mil millones de dólares.
“Nuestra conclusión es que si no dejamos de destruir el medio ambiente y de comerciar especies silvestres como mascotas, carne o medicinas, estas enfermedades seguirán apareciendo. Y como muestra la pandemia actual, controlarla es una tarea excesivamente costosa y difícil”, concluye Pimm.
Ahora lee:
«Vendrán más pandemias si no respetamos a la naturaleza», advierte Jane Goodall
Por qué el café más caro del mundo podría provocar la siguiente pandemia