Es la «pregunta». Y conocer el método para convertirse en el hombre más feliz del mundo es, sin duda, la gran respuesta. Es lo que todos buscamos.
Sabemos quién es “el hombre más feliz del mundo”
Se llama Matthieu Ricard. Es francés, biólogo formado en el Instituto Pasteur de París, y monje budista. Para él la felicidad está en el entrenamiento mental.
En año 2005 se presentaron los resultados de una investigación llevada a cabo por un equipo de investigación de la universidad de Wisconsin. Los participantes fueron varios monjes budistas de la secta del Dalai Lama entre los que se encontraban Matthieu Ricard. Se midieron diferentes elementos del cerebro durante un tipo de práctica meditativa conocida como meditación de compasión. Los resultados de este experimento cambiaron para siempre la concepción del cerebro y de lo que se podía hacer con él si se entrenaba apropiadamente. Los electroencefalogramas y las resonancias cerebrales demostraron dos cosas.
1.- El cerebro de los monjes, y en particular el de Ricard, generaban más ondas gamma que ninguno otro que se hubiese estudiado previamente. Eso significa mayor capacidad de atención, consciencia de uno mismo y capacidad de aprendizaje y memoria.
2.- La zona del cerebro conocida como córtex prefrontal izquierdo era anormalmente activa. Esto le daba a los monjes una inusual capacidad para percibir felicidad y emociones positivas y poca propensión a los estados de ánimo depresivos.
Los número de Ricard fueron espectaculares. Tal es así que las métricas que se utilizaban para medir percepción de emociones positivas tuvieron que ser modificadas. No se creía que una persona pudiese sentir tanta felicidad. Del experimento surgió el sobrenombre de “el hombre más feliz del mundo”.
Con este experimento la ciencia demostraba que el cerebro se puede entrenar y que las partes del cerebro vinculadas a las emociones positivas se pueden desarrollar. Igual que los músculos en el gimnasio.
La clave está en entrenar las emociones positivas
En su libro “el arte de la meditación” Matthieu Ricard explica a detalle porque es tan importante entrenar la mente a diario y cómo podemos ir paulatinamente mejorando las capacidades mentales que nos permiten ser felices.
El entrenamiento mental que propone Ricard se basa en tres pilares fundamentales.
Aumentar nuestra capacidad de concentración y atención sostenida.
Es por donde se debe comenzar el entrenamiento mental. Para ello existen diferentes ejercicios que se denominan, de manera genérica, atención al objeto. Un ejemplo es mantener la atención a la respiración durante un periodo de tiempo que va entre 5 minutos y hasta media hora.
Potenciar las emociones positivas.
En este caso se proponen ejercicios como la «meditación de compasión». Es el que practicaba Ricard durante el famoso experimento para la Universidad de Wisconsin.
El ejercicio consiste en elegir diferentes individuos y/o situaciones a los que se debe mostrar una compasión. Los meditadores entienden por compasión la intención genuina de ayudar al prójimo a salir de una situación incómoda. Sabemos que el ejercicio de visualizarnos en una actitud compasiva provoca la activación de ciertas partes del cerebro vinculadas con las emociones positivas y la gestión de estrés.
Aprender a manejar nuestras emociones negativas.
El método pasa por aprender a observar con desapego las emociones más negativas o destructivas. Después hay que tratar de discernir cual es su origen de estas. En una última etapa se busca el remedio que, normalmente, esta relacionado con un cambio en nuestro comportamiento.
Fruto de las investigaciones realizadas con Ricard e individuos como él se están realizando nuevas investigaciones que ayuden a los ciudadanos a entrenar sus cerebros sin necesidad de pasar 7 años en el Tíbet.
The science of a happy mind de National Geographic recoge las impresiones del investigador que trabajó estudiando el cerebro de Matieu Ricard, el doctor Richard Davidson. Según Davidson la felicidad es algo que podemos cultivar y una habilidad que podemos desarrollar.