Un equipo de científicos suizos fabricó minicerebros de neandertales a partir de células madre para entender la evolución del sistema nervioso de los seres humanos.
A partir de ingeniería en células madre humanas, un equipo de científicos generó «organoides» en miniatura que dan luz sobre cómo pudieron haber sido los sistemas nerviosos de los neandertales. A pesar de que estos parientes lejanos están extintos, estos «minicerebros» fabricados en el laboratorio de la Universidad de Basilea, en Suiza, podrían dar luz sobre su constitución cerebral.
Claras diferencias
Los investigadores suizos que fabricaron estos tejidos notan claras diferencias con los órganos humanos. Además del tamaño, la textura y la forma de estos órganos a escala cambian radicalmente. Sin embargo, los resultados del estudio —publicado en Science este febrero— podrían ayudar a comprender la estructura genética que dio pie al cerebro del Homo sapiens sapiens.
Según el estudio, 40 % del genoma neandertal todavía se puede encontrar entre los seres humanos vivos. A pesar de las pruebas en laboratorio, los científicos se han mostrado escépticos sobre las similitudes reales entre los tejidos antiguos y los contemporáneos. Sin embargo, mantienen la esperanza de entender qué hace a los humanos únicos, al menos a nivel cerebral.
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Un camino evolutivo diferente
El equipo encargado del estudio encontró 277 genes que tenían una actividad diferente entre el gen antiguo y los organoides humanos. A partir de la evidencia de los minicerebros, se tiene conocimiento de que esas estructuras afectan el desarrollo neuronal y la conectividad entre estas células.
En consecuencia, los órganos antiguos tenían proteínas diferentes para hacer sinapsis, y sus neuronas se encontraban menos ordenadas que los tejidos de Sapiens. Los científicos se sorprendieron de que un cambio así de pequeño resultara en un camino evolutivo completamente distinto entre especies de humanos.
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