En el Día Mundial de la Luz, te contamos qué electrodomésticos tienen el mayor impacto de energía en el planeta y soluciones para reducirlo.
La llegada de la luz eléctrica a los hogares demostró los enormes beneficios implicaría la adopción de esta poderosa energía y sentó las bases para que la sociedad aceptara manipularla en su día a día, a pesar de los riesgos que esto conllevaba. Tanto para su seguridad como para la del planeta.
¿Por qué nuestro consumo de energía contamina?
No es ningún secreto que, en la mayoría de los casos, la energía eléctrica de la que dependen nuestros hogares y nuestras ciudades no viene de fuentes «limpias» ni renovables. Especialmente en Latinoamérica.
En su lugar, la mayoría de las plantas productoras de energía utilizan combustibles fósiles como carbón, gas natural o combustóleo. El calor que producen al quemarse es usado para calentar agua al punto de convertirla en vapor a alta presión, usado para mover las turbinas de generadores eléctricos y alimentar las redes de nuestras ciudades.
Si la población es vasta, las compañías de energía eléctrica deben quemar grandes cantidades de combustible para satisfacer la demanda de potencia de la zona. por lo que una reducción en el consumo eléctrico de una población pronto resultaría en una reducción del combustible consumido.
Los electrodomésticos que más energía consumen (expresada como potencia) son los siguientes. Su contaminación producida (expresada en emisiones de CO2 por una hora de funcionamiento) fue calculada utilizando el promedio de los 4 países más poblados de Latinoamérica.
- Refrigerador y Lavadora: ~650 watts, 300 grs CO2
- Horno de microondas: ~1000 watts: 450 g CO2
- Calentador de agua: ~2000 watts, 900 g CO2
- Estufa y horno eléctrico ~3000 watts, 1.5 kgs CO2
- Aire acondicionado: Hasta 4,500 watts, 2 kgs CO2
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¿Qué hacen los «ahorradores milagrosos»?
El consumo de potencia eléctrica, medida en watts, no es lo único importante acerca de nuestros aparatos. Algunos de ellos ocasionan un impacto adicional en nuestras redes domésticas, llamado carga inductiva.
Concretamente, aquellos aparatos que tienen como base un motor o devanado eléctrico son los más afectados, como los mencionados en el listado anterior. Estas cargas producen un consumo de potencia reactiva que, en términos simples, es un gasto energético adicional que no puede ser aprovechado.
En caso de que estos consumos sean muy altos, la compañía proveedora de energía puede cobrar una tarifa adicional por uso irresponsable. Dispositivos como el mostrado en la imagen buscan mitigar estas pérdidas, provocando un efecto opuesto que contrarresta la carga inductiva llamado «carga capacitiva».
Mejores alternativas
En la mayoría de los casos, estos productos cuentan con componentes de capacidad muy inferior a la necesaria para provocar un cambio notorio. De hecho, en muchos países, este consumo inaprovechable ni siquiera se cobra en los recibos domésticos, ya que los medidores eléctricos convencionales no pueden detectarlo.
El efecto de estos dispositivos a nivel económico es nulo, mientras que su efecto medioambiental es insignificante, en el mejor de los casos.
Aunque aparente ser una solución obvia, la reducción del consumo es la mejor estrategia para reducir el impacto medioambiental de nuestro estilo de vida.
Dadas las condiciones ambientales de Latinoamérica, una fracción importante del consumo es destinada a cambiar la temperatura del hogar, a menudo a través del aire acondicionado.
Estas son algunas estrategias para regular el calor:
- Polarizar las ventanas con filtros UV: Esto reducirá la entrada de calor en forma de luz
- Aprovechar flujos naturales de aire: En caso de que tu región tenga un buen flujo de viento, es buena idea aprovecharlo abriendo las ventanas.
- Aislante térmico en las paredes: Esto mantendrá la temperatura más constante al evitar el ingreso de calor y reducirá el tiempo que el aire acondicionado debe mantenerse encendido.
- Plantas de interiores: Si el clima es árido, conseguir plantas interiores que absorban el calor de la habitación y agreguen humedad al aire puede ayudar.
¿Qué es lo que más energía consume?
La necesidad que más energía consume es calentar agua y alimentos. En el caso del agua, la instalación de un calentador solar es una opción efectiva y de popularidad creciente, especialmente si cuenta con un receptor parabólico que concentre el calor captado. Para los alimentos, iniciar un digestor de biogás para convertir los desechos orgánicos del hogar en combustible natural podría ser una gran alternativa a un horno de gas convencional o a una estufa eléctrica alimentada indirectamente por combustibles fósiles.
El mes de julio del año pasado rompió numerosos récords, alcanzando temperaturas hasta 8 grados más altas que los veranos a comienzos de la década de los 90. Este año, el pronóstico parece ser incluso peor.
Los efectos del cambio climático, manifestados en toda Latinoamérica como sequías mortales, devastadores huracanes y voraces incendios forestales. De ser cierto el consenso popular, el 2030 es nuestra fecha límite para alcanzar sociedades de carbón neutro, antes de alcanzar un catastrófico punto sin retorno.
Todo esto, claro, asumiendo que no hemos llegado ya.
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