Nuevos fósiles han enriquecido el árbol genealógico de los dinosaurios de cuello largo, revelando un viaje muy antiguo a través de una Antártida sin hielo.
Para llegar a Australia, unos dinosaurios gigantes llamados titanosaurios tuvieron que cruzar un continente mucho más austral: la Antártida.
Eso revela una nueva familia del árbol de los saurópodos, grupo de dinosaurios herbívoros de cuello largo que incluye a los animales terrestres más grandes que jamás hayan caminado en la Tierra. El informe se fundamenta en nuevos fósiles de saurópodos descubiertos en Australia, con edades de entre 95 y 98 millones de años, y que incluyen a un nuevo género y especie llamado Savannasaurus elliottorum.
Publicados recientemente en Scientific Reports, los hallazgos sugieren que los saurópodos australianos, incluidos los titanosaurios, llegaron al continente hace unos cien millones de años, decenas de millones de años después que otros tipos de dinosaurios.
No solo eso, el árbol genealógico apunta a que los saurópodos de Australia descendían de antepasados sudamericanos. Si confirman los resultados, eso significaría que los saurópodos tuvieron que viajar por tierra desde América del Sur hasta Australia durante el Cretáceo, cuando la deriva continental había situado los continentes casi en la posición actual.
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¿Cuál era la única ruta terrestre disponible entonces? Una Antártida libre de hielo, accesible a los saurópodos gracias a un periodo arcaico de calentamiento global natural.
?Al trazar la evolución de estos saurópodos contra los cambios de posición de los continentes, parece que hemos podido limitar la época de migración de estos titanosaurios?, dice Stephen Poropat, autor del estudio y paleontólogo del Australian Age of Dinosaurs Museum en Winton, Queensland, Australia.
No habría sido posible hacer un mapa del viaje antártico de los titanosaurios sin los huesos recién descritos, que son una adición crítica para el registro fósil de Australia, el cual tenía una escasez importante de ejemplares de saurópodos. Además de Savannasaurus, los restos incompletos incluyen el primer cráneo de saurópodo jamás encontrado en Australia, perteneciente a una especie conocida previamente y llamada Diamantinasaurus matildae.
?Australia siempre ha sido uno de esos agujeros negros infortunados ?escribió en un correo Stephen Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo, quien no participó en el estudio-. Sabemos muy poco de los dinosaurios que vivieron allá y eso ha dificultado el estudio del desplazamiento de los dinosaurios por el mundo?.
Añade que ?el nuevo esqueleto de Savannasaurus? nos brinda un atisbo muy interesante del aspecto que habrían tenido los saurópodos de cuello largo que solían vivir en Australia?.
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Un dinosaurio muy particular
Como sugiere el nombre Savannasaurus, los huesos yacían enterrados en una pradera sabana, en el oriente de Australia. Fueron descubiertos en 2005 por David Elliott, criador de ovejas australiano y entusiasta de los dinosaurios, quien ha reactivado el estudio de los fósiles australianos fundando el Australian Age of Dinosaurs Museum.
Las excavaciones de 2005 produjeron más fósiles de Savannasaurus incrustados en rocas más duras que el concreto. Hicieron falta años de trabajo de voluntarios para liberar los huesos de la piedra, y varios más para que Poropat y sus colegas analizaran los restos.
?Ha pasado mucho tiempo para obtener la descripción de este dinosaurio, pero es muy emocionante ?dijo Elliott en una declaración-. Es muy distinto de la mayoría de los [saurópodos] de otras partes del mundo?.
Igual que los demás saurópodos, Savannasaurus tenía huesos huecos y bolsas de aire por todo el cuerpo, un intento evolutivo para aligerar su enorme esqueleto.
Es probable que el dinosaurio alcanzara una talla de seis metros y pudo haber pesado entre 15 y 20 toneladas.
Pero en cierto sentido, Savannasaurus era muy particular. Paul Upchurch, coautor del estudio, paleobiólogo y experto en saurópodos de University College de Londres, informa que las caderas del dinosaurio eran extremadamente anchas, lo que pudo conferirle mayor estabilidad y flexibilidad cuando caminaba en ambientes de tierra adentro.
Upchurch señala que esa pelvis presenta otro aspecto muy peculiar. ?Hay sitios donde los huesos son tan delgados como el papel ?revela-. Jamás he visto un hueso así de delgado en la pelvis de un saurópodo?.
Poropat agrega que el vientre del dinosaurio habría sido enorme, lo que sugiere que su aparato digestivo debió ser muy grande y contorsionado, capaz de absorber más nutrientes de la comida que el de sus parientes más esbeltos.
?Savannasaurus parecía un tonel de fermentación gigante? [y] como un hipopótamo con cuello y patas largos, en cuanto a la construcción de su cuerpo?, dice Poropat.
Sin embargo, los dos investigadores señalan que aún falta mucho por hacer para entender a Savannasaurus y sus parientes, y cómo fue que llegaron al continente.
Poropat agrega que el equipo pronto retomará la investigación y hará una descripción completa de los nuevos fósiles para confirmar las asignaciones de especies. Y Upchurch señala que el equipo ya está mejorando el árbol genealógico recién publicado, lo cual ayudará a que los científicos entiendan mejor cómo vivieron, murieron y se dispersaron los animales titánicos por la Tierra antigua.
?Llegaron al límite, en términos de lo que podían hacer los animales terrestres?, concluye Upchurch.
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