El rostro de los seres humanos evolucionará con base en el avance tecnológico, advierten investigadores en Dinamarca. Éstas son las consecuencias.
Conocer el rostro de las personas que vivieron en el pasado genera una euforia particular. Recientemente, un equipo de paleontólogos en Dinamarca reprodujo la cara y cuerpo completo de una mujer prehistórica. A partir de sus huesos, diseñaron un modelo en 3D de cómo se pudo haber visto aquella madre neolítica, que fue enterrada con un pequeño de 8 años.
Aunque los esfuerzos de la comunidad científica se han enfocado en investigar cómo eran los seres humanos del pasado, la curiosidad también es válida a la inversa. Por ello, un equipo de científicos trabajó en colaboración con la BBC para averiguar cómo será el rostro de los seres humanos en un millón de años. Esto fue lo que concluyeron.
Te sugerimos: Así se veían las mujeres de la Edad de Piedra, sugiere una reconstrucción en 3D
Un portal a los seres humanos del futuro
De acuerdo con el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, los restos del primer homínido que habitó la Tierra están datados de 4 millones de años. Si la crisis climática global no comprometiera la persistencia de nuestra especie como lo hace, lo más natural sería que los seres humanos viviéramos durante un par de millones de años más.
Con esta premisa en mente, un equipo de científicos de Aarhus University, en Dinamarca, diseñó el rostro que los seres humanos tendremos probablemente en un millón de años. Para ello, consideraron puntos clave en la historia natural de nuestra evolución como especie. La agricultura es el primero de ellos. Inmediatamente después, escogieron al descubrimiento de la insulina, para controlar enfermedades como la diabetes.
«Sabemos qué genes están involucrados en la construcción de un cerebro que sea bueno para recordar los nombres de las personas», explica Thomas Mailund, profesor de bioinformática de la institución. «Podríamos cambiar eso».
Aunque el especialista reconoce que esta posibilidad suena más cercana «a la ciencia ficción», tiene la certeza de que es posible. El siguiente paso en la evolución de los seres humanos, según explica para la BBC, es modificar artificialmente nuestros órganos por medio de implantes que los optimicen.
Innegablemente, estas adecuaciones modificarán el estilo de vida de la humanidad. Lo que es más: cambiarán para siempre el rostro de los seres humanos, así como el funcionamiento orgánico del cuerpo. «Ya no es realmente una cuestión biológica, es tecnológica», enfatiza el experto.
¿Es posible optimizar el cuerpo humano?
No estamos lejos de implementar este tipo de ‘mejoras’ al cuerpo humano, explica Mailund. De hecho, llevamos siglos haciéndolo: la medicina ya ha modificado el cuerpo para sanarlo o hacerlo funcionar mejor. El siguiente paso es entrar de lleno al cerebro con implantes artificiales.
Con esto, no sólo se ‘optimizarán’ las funciones orgánicas, explica el equipo de Dinamarca. La capacidad sensorial de los seres humanos se ampliará también:
«Además de los implantes cerebrales, es posible que tengamos partes más visibles de la tecnología como un elemento de nuestra apariencia, como un ojo artificial con una cámara que puede leer diferentes frecuencias de color e imágenes», escriben los autores de la investigación.
Los científicos de Aarhus University no son los únicos que apuestan por este tipo de tecnologías. Por el contrario, Elon Musk lleva años desarrollando implantes similares con Neuralink. Los videos de macacos jugando Pong sólo con la mente se han viralizado en redes sociales. Por lo cual, el magnate sudafricano se siente listo para dar el siguiente paso.
Además de causar lesiones espinales severas. A la fecha, no se sabe con certeza qué tan exitosas podrán ser estas alteraciones.
¿Y si colonizamos otros planetas?
Los científicos de Aarhus University no pueden desconsiderar el hecho de que hay planes serios de colonizar otros planetas. La misión Artemis de la NASA, por ejemplo, pretende mandar mujeres por primera vez a la Luna con esta intención. Indiscutiblemente, desde su punto de vista, estas modificaciones en el entorno afectarán como se verá el rostro de los seres humanos en un millón de años.
El factor determinante, concuerdan los bioinformáticos daneses, estará en la herencia genética. Aunque en la actualidad no existe un modelo exacto de cómo nos veremos en un millón de años, es una realidad que «la variación genética humana está aumentando», detalla Mailund. Por esta razón, es «poco probable que tengamos el mismo aspecto en un millón de años», concluye el especialista.
Sigue leyendo:
Los neandertales fueron los primeros humanos en alterar los ecosistemas hace 125,000 años
La creatividad del Homo sapiens le permitió enfrentarse a la crisis climática de hace 100 mil años