Un nuevo estudio encontró, en el agua, la que podría ser la causa de la misteriosa capa cristalina que rodea al núcleo de la Tierra.
Aunque el interior de nuestro planeta es, prácticamente, una región inaccesible, cada vez es más lo que se sabe sobre ella. Incluso, hallazgos extraterrestres han permitido formar nuevas hipótesis acerca de cómo están constituidas las entrañas del mundo. Pero esta vez no fue necesario ir tan lejos para detectar algo que ocurre en el núcleo de la Tierra, a consecuencia del agua de la superficie.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, que publica sus resultados en la revista Nature Geoscience, ha dado con algo podría dar claridad a un misterio que surgió desde los 90.
En aquella década los científicos encontraron una fina capa que rodea el núcleo externo de la Tierra. Esta cobertura se identificó como un océano de metal líquido y se le llamó “capa E”. Según lo que se vio, esta tiene un grosor de más de 100 kilómetros, mientras que se encuentra a unos 2 mil 900 por debajo de la superficie terrestre.
Agua y cristales
El enigma de esta capa reside en cómo es que se formó. Algunas teorías, por ejemplo, postulaban que esta se filtró desde el núcleo interno o, bien, pudo ser una de las consecuencias de la colisión de la Tierra con el protoplaneta que dio origen a la Luna. La verdad de todo esto podría ser mucho más superficial.
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De acuerdo con el estudio citado al principio, la capa E se habría formado por el agua que se filtra desde la superficie de la Tierra a través de las placas tectónicas en subducción. De esto, se originaría una reacción con la superficie metálica del núcleo de la Tierra.
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Todo esto explicaría que la capa E produzca grandes cantidades de cristales de sílice. Además, esta cobertura podría haber tardado más de mil millones de años en alcanzar su grosor actual, convirtiéndose en algo más antiguo que el mismo interior del núcleo.
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