Tras años de investigación, expertos empiezan a descubrir la historia de El Ángel.
Los restos hundidos de un barco de finales del siglo XVIII o principios del XIX, encontrados en Quintana Roo en los años 80, finalmente empiezan a revelar la historia de la embarcación.
Expertos en arqueología subacuática identificaron rasgos de la embarcación, e infieren que se trata de una buque comercial británico. La investigación comenzó en 2006, liderada por la arqueóloga Laura Carrillo.
El Ángel mide 9 metros de ancho y 35 de longitud, era un buque propulsado por la fuerza del viento, y por su ubicación -en aguas de Banco Chinchorro- se vincula con el tráfico de las colonias británicas del Golfo de Honduras, que se dedicaban al comercio de maderas en Estados Unidos y el Reino Unido.
Fotografías: Barcos hundidos
Entre los elementos recuperados hasta el momento figuran materiales de sujeción como clavos, pernos, rondanas, tuercas y láminas de recubrimiento.
En la proa, luego de remover la arena y restos de coral muerto, se encontró una plancha de troncos y ramas que habían sido seccionados a hachazos, muy afectados por organismos que se alimentan de madera.
En el área de la proa se excavó un pozo de exploración, donde tras remover troncos de palo de tinte se encontraron tablones más regulares y de una madera distinta, más densa y sólida, y libre del ataque de xilófagos. Los arqueólogos identificaron la madera como una de las más utilizadas en la construcción naval en los astilleros de Europa Occidental y Norteamérica.
El arqueólogo Josué Guzmán Torres, parte del proyecto de investigación, comentó que algunos elementos de sujeción del buque están hechos de una aleación de cobre.
?Los recubrimientos de cobre se usaron en la Armada Real de Inglaterra y los adoptaron barcos mercantes y armadas europeas entre finales del XVIII y primer tercio del XIX?.
En cuanto a un ancla de la nave, se determinó que su forma se asemeja a los patrones de fundición de este tipo de piezas del siglo XVIII tardío. ?Estos datos lo ubican en el tránsito de una tradición de construir barcos de madera del siglo XVIII hacia las embarcaciones que son producto de la revolución industrial, con estructuras de hierro y motores de vapor?.
El especialista comentó que por los materiales y diseño empleados el barco pudo haberse construido en un astillero británico, donde por primera vez se usaron masivamente componentes de hierro en la estructura de las embarcaciones.
Las causas del naufragio de El Ángel se desconocen, pareciera que de pronto pegó con un arrecife y empezó a hundirse, o que un incendio quemó las estructuras superiores y provocó la inundación del casco. Otra posibilidad es que haya estado en medio de una tormenta y al refugiarse en las aguas bajas de Chinchorro, fue arrastrado por la corriente y se fue a pique, luego de chocar contra el arrecife, refirió el arqueólogo.
La investigación arqueológica de esta embarcación es parte del proyecto Inventario y Diagnóstico del Patrimonio Arqueológico e Histórico Sumergido en la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro, Quintana Roo, que tiene el registro de 69 contextos arqueológicos compuestos por elementos aislados o embarcaciones hundidas, encalladas o varadas, que van desde el siglo XVI hasta nuestra época.
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