Hace 12 mil años, un par de ejemplares de mamut de 8 toneladas entrecruzaron sus colmillos mastodónticos para ganarse el lugar de alguna hembra en celo. En un afán de terminar el combate, uno de ellos enterró la punta de uno de sus colmillos en el ojo del otro. De pronto, ambos cayeron al suelo —y no pudieron levantarse nunca más. Quedaron petrificados en esa posición, hasta ser descubiertos en 1960.
Con apenas 20 años, Mike Voorhies ya era estudiante de paleontología. En alguna de sus prácticas de campo, estaba trabajando en una excavación de fósiles. Fue entonces que se percató de que, frente a sí, podría tener restos de mamuts colombinos (Mammuthus columbi). Con casi 4 metros de altura, esta especie se extinguió por la caza humana excesiva y el cambio climático hace 10 mil años.
Voorhies se empeñó en exhumar todo el esqueleto, pero nunca lo logró. Para su sorpresa, en lugar de encontrar la totalidad de los huesos, se topó con cuatro colmillos entrelazados en una posición casi bélica. El vestigio de esta batalla entre mamuts se ha conservado a lo largo de 12 mil años. Voorhies supo entonces que podría dedicar su vida al estudio de este acontecimiento.
Los mamuts aparecieron en África hace 5 millones de años. A partir de la primera especie se engendró una variedad de ejemplares esteparios amplia en Europa y Asia, que eventualmente migró a Norteamérica. A diferencia de sus primos lanudos, estos eran aún más masivos, con vidas longevas de entre 60 y 80 años aproximadamente.
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A diferencia de la creencia popular, los elefantes no son descendientes de los mamuts. Por el contrario, desarrollaron sus caminos evolutivos de manera casi paralela, pero los segundos se extinguieron antes por las modificaciones drásticas en su ecosistema y por la actividad humana prehistórica.
«Encontrar a varios individuos atrapados en el acto de alguna interacción que fue fundamental para su estilo de vida, le da una dimensión adicional que normalmente no existe«, destaca Dan Fisher, de la Universidad de Massachusetts. A partir de abril de 2006, la exhibición de los mamuts que pelearon hasta la muerte se mantiene abierta en el Museo Trailside de Historia Natural de la Universidad Estatal de Nebraska.
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