A 21 meses del primer brote de SARS-CoV-2, el origen del virus aún sigue siendo una incógnita.
Aunque las evidencias disponibles hasta el momento apuntan a que el nuevo coronavirus se transmitió desde un huésped natural (presumiblemente los murciélagos) hacia uno intermediario (hasta ahora desconocido) desde el que el virus ‘saltó’ a nuestra especie, los detalles de cómo y cuándo se produjo forman parte de un rompecabezas pandémico con piezas todavía ausentes.
En mayo de 2021, un informe de inteligencia estadounidense fincó dudas sobre la hipótesis de la transmisión animal, considerada de probable a muy probable por la OMS. En su lugar, el documento al que tuvo acceso The Wall Street Journal exigía una revisión a fondo de la teoría considerada más improbable de todas: la que asegura que el SARS-CoV-2 escapó de un laboratorio.
Sin embargo, una segunda investigación a fondo fracasó en la búsqueda de pistas para dar con la procedencia del virus y por lo tanto, el informe no resultó concluyente.
Ahora, un nuevo análisis de los primeros genomas virales obtenidos de personas contagiadas a finales de 2019 e inicios de 2020 propone una nueva hipótesis: la idea de que el SARS-CoV-2 no se transmitió en una sola ocasión de animales a humanos, sino que hubo ‘múltiples’ eventos que provocaron su ‘salto’ hacia nuestra especie.
Las primeras secuencias virales analizadas se dividen en dos linajes, A y B, cada uno con «diferencias genéticas clave» que pudieron haber marcado el rumbo de la enfermedad:
Mientras el linaje B se convirtió en el dominante en todo el mundo y fue obtenido por primera vez en el mercado de mariscos de Huanan en Wuhan, el linaje A se expandió únicamente dentro de China, incluso entre personas que frecuentaron otros mercados distintos al de Wuhan.
La clave está en entender la relación entre ambos linajes. Aunque hasta ahora la respuesta más sencilla es que el linaje A evolucionó a partir del linaje B (o viceversa), el estudio analizó 1,716 genomas de SARS-CoV-2 obtenidos antes del 28 de febrero de 2020 y cuestionó la existencia de genomas que vinculan a ambos linajes:
“Si el virus saltó de animales a personas en distintas ocasiones, el hecho de que los linajes A y B estén vinculados a gente que visitó diferentes mercados en Wuhan sugiere que varios ejemplares de animales, de una o más especies, que portaban un virus progenitor del SARS- CoV-2 podría haber sido transportado a través de Wuhan, infectando a personas en al menos dos lugares”, explica Nature.
De modo que, si la hipótesis de el linaje A y el linaje B poseen orígenes distintos es comprobada, será posible afirmar que el SARS-CoV-2 no sólo se originó por el comercio de vida silvestre, sino que saltó a humanos desde finales de 2019 en múltiples ocasiones.
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