En la Pangea Última habrá temperaturas generalizadas de entre 40 y 50 grados, con picos mayores. Las erupciones volcánicas serán frecuentes.
Aunque los cambios geológicos de la Tierra toman una cantidad inmensa de tiempo, estos son una realidad. En dicho caso, no podemos pensar que la disposición actual de los continentes será la misma en varios millones de años. De hecho, las proyecciones ya apuntan hacia la formación de un próximo supercontinente: Pangea Última.
Christopher R. Scotese, un geólogo y paleogeógrafo estadounidense, es el responsable de plantear la hipotética configuración que le espera al planeta. Para esto, utilizó rastros geológicos con el fin de descifrar cuál es la tendencia de movimiento de los actuales continentes.
«Obviamente, no conocemos el futuro. Todo lo que podemos hacer es predecir cómo continuarán los movimientos de las placas, qué cosas nuevas pueden ocurrir y dónde acabará todo», dijo Scotese a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Pangea Última tendría la forma proyectada en 250 millones de años. La hipótesis de Scotese, que fue formulada en 1982, vuelve a visualizar al continente americano unido con África y Europa. Lo anterior, desde luego, se traduce en el cierre de los océanos Atlántico e Índico.
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La fusión de toda esa masa terrestre daría, irremediablemente, lugar al presunto supercontinente. No obstante, se considera que el interior de la Pangea Próxima, como también se le conoce, albergaría un desierto de temperaturas extremas y capaces de impedir el florecimiento de variadas formas de vida, entre ellas la de los humanos.
Una Tierra inhabitable
Un nuevo estudio, dirigido por científicos de la Universidad de Bristol y publicado en Nature Geoscience, reafirma que la Pangea Última presentará condiciones “hostiles” para muchos seres vivos que actualmente se desplazan por el mundo.
La conformación del próximo supercontinente supondría la mayor extinción masiva, desde aquella que terminó con el reino de los dinosaurios. Y es que, de acuerdo con los investigadores, el clima llegará a ser tan cálido y seco que imposibilitará la proliferación de muchos animales y plantas que se conocen actualmente.
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En ese lejano futuro, la energía del Sol será más fuerte, haciendo que la Tierra se sobrecaliente, al tiempo que los procesos tectónicos de la corteza terrestre ocasionarán frecuentes erupciones volcánicas.
Todo esto se sabe gracias a un primer modelo climático que contempla la evolución de este factor para ese distante tiempo.
«Los humanos, junto con muchas otras especies, morirían debido a su incapacidad de eliminar este calor a través del sudor, enfriando sus cuerpos», apunta Alejandro Farnsworth, geólogo de la Universidad de Bristol y uno de los autores de la investigación.
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