Nuestra piel está poblada de neuronas sensoriales, y una de ellas, hasta ahora poco conocida, ha demostrado ser la causa de la intensa picazón que sentimos tras las picaduras de mosquitos.
La picazón intensa que algunas personas sienten tras una picadura de mosquito está vinculada a la respuesta inmunitaria de cada individuo. Mientras que algunos apenas notan molestias, otros experimentan reacciones más intensas, muchas veces acompañadas de ronchas. Sabemos que esto ocurre por una mayor sensibilidad a la saliva del mosquito, y ahora los científicos investigan células «antiguas y extrañas» que podrían estar detrás de este malestar.
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Una célula extraña y desconocida
La piel de las personas está llena de neuronas sensoriales, células nerviosas responsables de detectar cambios en el entorno y generar sensaciones en respuesta. Cuando estas neuronas entran en contacto con un alérgeno, como la saliva de los mosquitos, el polvo o el polen, pueden provocar picor. En individuos con alergias crónicas, el sistema inmunitario intensifica la actividad de estos nervios, lo que lleva a una picazón persistente.
Una investigación reciente publicada en la revista Nature ha descubierto que la célula inmunitaria GD3 desempeña un papel fundamental para que esto suceda. Estas células de la piel producen moléculas de IL-3 en respuesta a los alérgenos. La IL-3 actúa directamente sobre las neuronas sensoriales responsables de la picazón, intensificando la reacción a las picaduras e incluso ante alérgenos comunes.
“No sabemos exactamente qué hay en la saliva del mosquito que nos provoca picazón”, explicó la autora principal del estudio, la alergista clínica Caroline Sokol. “Lo que sí sabemos es que la saliva del mosquito tiene un montón de enzimas o sustancias químicas y algunas de esas enzimas son proteasas que descomponen las proteínas y son muy similares a muchas moléculas de polen”.
La célula GD3 de la piel es aún poco conocida, lo que lleva a los investigadores a considerarla «extraña», aunque en realidad es muy antigua.
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Por qué algunos sufren más por las picaduras
Los investigadores encontraron algunas pistas preliminares sobre por qué algunas personas tienen reacciones alérgicas más intensas. La cantidad de células GD3 y sus niveles de actividad dependen de la edad. Además, la composición de la microbiota cutánea y los cambios ambientales, como el aire seco, también influyen en estas reacciones.
“Dependiendo de cuántas de estas células GD3 tengas, dependiendo de cuánta IL3 tengas, eso probablemente definirá cómo reaccionas ante los mosquitos”, explicó Caroline Sokol.
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