Los misteriosos agujeros en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko pudieron formarse cuando el subsuelo colapsó, informan científicos de la misión Rosetta.
Los sumideros de la Tierra llaman la atención solo cuando se tragan vehículos o edificios. Pero en el espacio, las cosas son muy distintas.
Un nuevo estudio revela que los misteriosos agujeros de empinadas paredes ?uno de hasta 182 metros de ancho y 182 metros de profundidad- descubiertos por la sonda Rosetta en la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko podrían ser sumideros abiertos por debilidades del suelo bajo la superficie. Y eso aportaría pistas sobre la edad y el origen del cometa.
Los científicos identificaron los orificios de inmediato cuando, el verano pasado, Rosetta se convirtió en la primera sonda en la historia en seguir la órbita de un cometa. Sin embargo, estaban demasiado ocupados creando un mapa de la accidentada superficie para prestarles mucha atención. ?No teníamos idea de qué eran?, comenta el científico planetario Jean-Baptiste Vincent, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Gotinga, Alemania y principal autor de un nuevo artículo publicado en la revista Nature, donde explican los hoyos. A tal fin, los investigadores tomaron en cuenta las explicaciones posibles sobre la causa de los agujeros.
Es improbable que el socavón mencionado o los demás sean cráteres de impacto, agrega Vincent, porque los meteoritos entrantes no abrirían agujeros de paredes tan escarpadas.
Tampoco es probable que el calor del Sol ocasionara que el hielo que yace por debajo de la superficie explotara hacia el exterior. Si bien ese fenómeno ciertamente sucede en 67/P, como reveló Rosetta el año pasado, la magnitud es mucho más pequeña que la requerida para crear agujeros tan enormes.
Otra explicación ?que los pozos fueron creados de arriba hacia abajo, conforme el hielo escapa gradualmente hacia el espacio dejando solo la roca- también es implausible, asegura Vincent. ?Hemos visto chorros de polvo y gas que salen del interior de algunos hoyos?, informa, ?y hemos medido la cantidad de polvo que despiden. Es muy pequeña. Los agujeros tardarían una eternidad en formarse de esa manera?.
Al final, el equipo llegó a la conclusión de que los agujeros se formaron desde abajo. Creen que, de alguna manera, se abrieron grietas bajo la superficie y los hoyos se formaron cuando la corteza del cometa colapsó al interior.
Saben que el cometa es mucho menos denso que la roca sólida e incluso menos denso que el hielo. Eso significa que debe albergar grietas, algo que siempre han afirmado los expertos en cometas.
Si las grietas son grandes, es posible que el cometa se formara en una época temprana en la historia del sistema solar mediante la unión de pedazos del tamaño de rocas. Sin embargo, si las grietas son más pequeñas y numerosas, entonces los fragmentos que se combinaron para formar el cometa eran mucho más pequeños.
Los agujeros también ofrecen pistas sobre la edad del cometa. Su paso cerca del sol forzó la salida de hielo, lo cual debilitó su estructura interna e hizo que la roca restante colapsara, llenando las grietas y ocasionando el derrumbe de la superficie. Vincent espera que, con el tiempo, la pérdida de hielo adicional en las paredes de los agujeros seguirá debilitándolos, erosionando sus costados hasta que los hoyos se vuelvan cada vez más planos y eventualmente, desaparezcan. ?Es parecido a lo que vemos en los asteroides?, explica, ?pero a la inversa?. Si se observan muchas marcas circulares en un asteroide ?que está compuesto eminentemente de roca-, se puede concluir que es muy antiguo, ya que las marcas fueron causadas por el impacto de gran cantidad de meteoritos. ?En el caso del cometa?, prosigue, ?a mayor cantidad de agujeros, más joven será?. Eso es consistente con la historia de 67/P que, según los científicos, inició al aproximarse al sol luego de pasar la mayor parte de su vida congelado en los confines de nuestro sistema solar, hace unos 70 años.
Aunque persiste la interrogante de si 67/P es una acumulación desordenada de rocas y hielo o una masa más organizada de hielo y piedras pequeñas, sin duda tendremos la respuesta en los próximos meses. La sonda Philae, que entró en hibernación a poco de llegar al cometa el otoño pasado, ha despertado repentinamente, y en combinación con el orbitador Rosetta podría hacer un análisis muy detallado de la estructura interna de 67/P, superando cualquier otro logro alcanzado hasta ahora por la misión.
Y es probable que ese no sea el fin de los descubrimientos. Rosetta fue autorizada para acompañar a 67/P en su mayor aproximación al Sol, en agosto 13, para luego seguir estudiándolo durante todo diciembre. No obstante, la Agencia Espacial Europea ha extendido la misión hasta septiembre 2016. De modo que es imposible predecir cuánto más descubrirán los científicos sobre esos otrora misteriosos objetos en ese lapso.
Científicos obtuvieron la imagen de una estrella de fuera de esta galaxia. Es el acercamiento mejor logrado, en su tipo,…
La danza del antiguo Egipto se transformó a través de los imperios. Los movimientos solemnes de los rituales dieron paso…
Haciendo varias simulaciones de escenarios posibles, la NASA llegó a la respuesta más firme sobre cómo Marte obtuvo sus lunas.…
Con apoyo de una agencia especializada, te decimos por qué el mar es azul, aun cuando el agua no deja…
Delle, un delfín que vive solo en el Mar Báltico, parece hablar consigo mismo, probablemente para sentirse acompañado. Los delfines…
Aquí va una buena razón para visitar París este diciembre: Notre Dame volverá a abrir sus puertas después de cinco…