Dos científicos que descubrieron cómo aprovechar el sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer han ganado el Premio Nobel de Medicina 2018.
James Allison, de Estados Unidos, y Tasuku Honjo, de Japón, compartieron el premio, anunciado por la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska en Estocolmo. El revolucionario trabajo de los científicos, sobre el sistema inmunológico, ha generado un camino para una nueva clase de medicamentos para combatir el cáncer que ya están cambiando drásticamente los resultados para los pacientes.
Es la primera vez que el desarrollo de una terapia contra el cáncer ha sido reconocido con un premio Nobel.
Allison dijo que estaba en un «estado de shock» por haber logrado «el sueño de todo científico». «Me gustaría hacer un llamado a todos los pacientes (de cáncer), para hacerles saber que estamos progresando aquí», agregó.
Honjo, quien comenzó sus investigaciones después de que un compañero de la escuela de medicina muriera de cáncer de estómago, explico: «Quiero continuar mi investigación para que esta terapia inmunológica salve a más pacientes de cáncer que nunca».
El sistema inmunológico normalmente busca y destruye las células mutadas, pero el cáncer encuentra formas sofisticadas de ocultarse de los ataques inmunitarios. Los medicamentos de la inmunoterapia funcionan como una alerta para que el sistema inmunológico detecte estas células, las encuentre y las elimine del cuerpo.
En los años 90, el científico Allison investigó una proteína conocida, CTLA-4, en su laboratorio de la Universidad de California en Berkeley. CTLA-4 es un receptor proteico que, funcionando como un punto de control inmunitario, disminuye las respuestas inmunitarias.
«Se dio cuenta del potencial de soltar el freno, liberando de ese modo nuestras células inmunitarias para atacar los tumores«. En 1992, unos pocos años antes del descubrimiento de Allison, Tasuku Honjo descubrió PD-1, otra proteína expresada en la superficie de los linfocitos T o células T.
«Decidido a desentrañar su rol, exploró meticulosamente su función en una serie de elegantes experimentos desarrollados durante varios años en su laboratorio de la Universidad de Kioto». Honjo finalmente reveló la función de esta proteína: también funciona como un freno, pero con un diferente mecanismo de acción.
- Allison y Honjo han demostrado cómo diferentes estrategias de inhibición de los frenos en el sistema inmunitario pueden ser usadas en el tratamiento del cáncer.
«Estos hallazgos fundamentales de los dos laureados constituyen un hito en nuestra lucha para combatir el cáncer«, afirma la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska.
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