Un importante estudio de la Universidad del País Vasco ha evaluado los microorganismos como algas, líquenes, musgos y cianobacterias que se encuentran en la Roca Sagrada de Machu Picchu en Perú.
Las investigaciones están revelando el efecto que pueden causar estas especies de microorganismos utilizando una metodología no destructiva. Ya qué, podrían generar pérdidas irreparables en esta zona arqueológica.
Los trabajos se están llevando a cabo en colaboración con el grupo de investigación IBeA del Departamento de Química Analítica y con el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU.
“En la Roca Sagrada se observan diferentes exfoliaciones; es decir, presenta pequeñas pérdidas de material, que van laminando pequeñas zonas de la roca», ha explicado el doctor y profesor de la Universidad del País Vasco Héctor Morillas.
Estos microorganismos están degradando el granito de la Roca Sagrada en Machu Picchu. Por lo que, podría estar en riesgo su conservación.
“Estas especies, una vez que penetran en el material por algún tipo de pequeño deterioro que se haya ido formando, se adhieren al propio material para poder nutrirse de los minerales propios de la roca y lo van degradando. Con el paso del tiempo, estos microorganismos pueden provocar pequeñas laminaciones, que pueden derivar en la pérdida progresiva de esta roca”, explica Morillas.
Conoce un poco más sobre la Roca Sagrada:
La Roca Sagrada de Machu Picchu es un monolito que tiene tres metros de altura y está asentada en una base de siete metros de ancho. Además, se encuentra dentro de un perímetro con dos cámaras adyacentes llamadas huayranas.
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