La advertencia que probablemente muchos recibieron cuando eran niños.
"Deja de hacer eso, ¡los ojos te quedarán para siempre así!". Muchos recuerdan esta advertencia de sus padres. Quien jugaba de niño a ponerse bizco y a entornar los ojos en cualquier dirección, recibía un buen reto y, sobre todo, un potente susto de sólo pensar que los ojos podrían quedar trabados en una posición. ¿Pero es cierto?
Oftalmólogos consultados dijeron que no, en absoluto. Ponerse bizco intencionalmente no puede tener semejante consecuencia. Al contrario, sostuvieron: Quien haya aprendido esos movimientos tendrá un mayor control de sus ojos.
Quizás esta advertencia venía de que antes muchos padres creían que si sus hijos no tenían los ojos bien posicionados eran menos inteligentes. Pero eso también resultó ser pura especulación.
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