El feto tenía 28 semanas y se conservó hasta nuestros días gracias a la acidificación del cuerpo de su madre en descomposición.
En abril de 2021, el Ministerio de Antigüedades en Egipto reveló un hallazgo insólito. Por primera vez en la historia, arqueólogos locales habían logrado exhumar restos de una , los investigadores pensaron originalmente que se trataba de un sacerdote varón. Sin embargo, al encontrar un feto egipcio perfectamente conservado en su interior, se dieron cuenta de que tenían frente a ellos una mujer encinta.
Los investigadores determinaron que, por el arreglo de sus pertenencias y la pomposidad de su rito funerario, la ‘Dama Misteriosa’ —como se le nombró a la momia— provenía de los altos círculos de la sociedad egipcia. Lo que es más: en su vientre, esperaba a un bebé de 7 meses. Análisis más recientes demostraron que, con el paso de los siglos, el feto egipcio se secó en su interior —tras 2 mil años de encierro.
La mujer embalsamada en Tebas, Egipto, fue la primera jamás encontrada encinta. Se asume que tenía entre 20 y 30 años al momento de su muerte. Aunque la causa se desconoce todavía, se piensa que estuvo relacionada a complicaciones prenatales, entre las semanas 26 y 30 de gestación.
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Una momia dentro de otra momia
Recientemente, el equipo de científicos se dispuso a analizar el estado de conservación del feto. A partir de un examen radiológico, cayeron en la cuenta de que el bebé estaba completamente seco y sin huesos en el útero de su madre. Debido al contacto constante con los ácidos que lo protegieron mientras la mujer vivía, el bebé sufrió un proceso de momificación natural.
Éste es el primer caso de una momia contenida en otra momia. El feto egipcio tenía las manos contraídas hacia el pecho y los pies cruzados, en la posición típica de un embrión. Al respecto, el arqueólogo Wojciech Ejsmond explicó lo siguiente sobre el estado de conservación del bebé:
“Nuestro estudio muestra cómo reconocer un feto dentro de una mujer sin buscar un hueso, que no vas a encontrarlo en el útero, pero sí [a través de] la piel, los músculos y todos los tejidos blandos. Mostramos cómo encontrarlos”.
A pesar del avance técnico que implicó este procedimiento, los arqueólogos siguen dudando porqué el feto egipcio no fue extraído de la Dama Misteriosa. Sobre esto, Ejsmond y su equipo formularon dos teorías diferentes.
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En el umbral de la vida
La primera explicación que dieron los arqueólogos sobre el estado de conservación del feto egipcio fue que, para evitar que se dañara el cuerpo, los sacerdotes lo dejaron dentro de su madre. En ese momento, hubiera sido prácticamente imposible no lastimar el cadáver de la mujer para sacar al bebé.
Por otra parte, los científicos del Proyecto de Momias de Varsovia sugieren que este hecho podría tener un significado religioso desconocido. Para contrastar la evidencia existente con papiros y tomos antiguos, Ejsmond visitará Egipto este año. Aunque el caso todavía no se resuelve, la Dama Misteriosa y su bebé inquietan todavía al Ministerio de Antigüedades, por la rareza de su caso.
Entre la medicina antigua y el umbral de la trascendencia a otro plano de consciencia, esperan los arqueólogos, estará la respuesta al enigma.
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