Un estudio polémico sugiere que los primeros homínidos no sólo estuvieron en África: podrían tener ascendencia venida desde Eurasia.
Por décadas, se creyó que los seres humanos sencillamente salimos de África en algún momento de la historia. Éste se piensa como el momento decisivo en el que empezó la migración hacia otras partes del mundo. Sin embargo, parece ser que el árbol genealógico de nuestra especie no es tan lineal como se pensaba. Por el contrario, si bien es cierto que los orígenes de la humanidad se pueden rastrear al continente africano, podría ser que los primeros homínidos también tuvieran ascendencia venida de Eurasia.
Esta teoría viene de una serie de huesos humanos encontrados en una cueva de Bacho Kiro, en Bulgaria. A partir de los estudios genéticos realizados en los restos, los científicos de las universidades de Padua y Bolonia (Italia) sugieren una respuesta a este vuelco en la historia natural de la humanidad.
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Una nuevo eje en la evolución humana
En la actualidad, Bulgaria es un Estado independiente al sureste de Europa. Parece ser que esconde secretos de los primeros pasos del ser humano sobre la Tierra. Específicamente, en el yacimiento arqueológico de la cueva de Bacho Kiro, encontrado en el siglo XIX por exploradores europeos.
Por décadas, se pensó que los orígenes de nuestra especie podían rastrearse únicamente al continente africano. Eventualmente, siguiendo esta lógica, por los movimientos migratorios de los homínidos, se mezclaron con otras especies primitivas en Eurasia. Aunque es cierto que los registros más antiguos de la humanidad están ahí, podría ser que África no albergó los únicos seres humanos primigenios.
Según la datación que realizaron los arqueólogos búlgaros, publicada en Genome Biology and Evolution, los huesos encontrados en Bacho Kiro tienen 45 mil años de antigüedad. Esto los convierte en los restos humanos más antiguos en Europa, según reporta Science Alert, correspondientes al Paleolítico superior:
«Al tomar en cuenta los registros arqueológicos, podemos decir que descendieron de una comunidad más grande en una pausa de 15,000 años en sus viajes hacia el este», explica el corresponsal de ciencia Mike McRae para el medio.
De encontrar más información sobre ellos, aseguran los arqueólogos italianos, podría ser que estos restos pertenecen a una «especie de trampolín entre un futuro en Asia y un pasado en Europa«. Y lo que es más, podrían haber sido un eje entre las poblaciones africanas que se expandieron hacia otras partes del mundo.
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Buscando más evidencia genética
Esta conclusión se obtuvo de la evidencia genética recopilada de los huesos humanos en Bulgaria. Si bien es cierto que otros primos lejanos de los primeros homínidos se aventuraron a Eurasia mucho antes que los seres humanos, ninguno de ellos superó las pruebas evolutivas a las que se enfrentaron.
Podría ser que este grupo de homínidos con ascendencia en Eurasia sean producto de estas mezclas entre especies. Así lo explica el arqueólogo alemán Max Planck, del Instituto de Antropología Evolutiva:
«[Los individuos estaban] más estrechamente relacionados con las poblaciones antiguas y actuales en el este de Asia y las Américas que con las poblaciones posteriores de Eurasia occidental», escribe el autor en Nature.
Por ello, este grupo de homínidos produjo individuos con ascendencia venida de Eurasia. Este hallazgo cuestiona la manera en la que entendemos la migración humana desde África hasta otros puntos del planeta, o si realmente fue así. «Aquellos que se ramificaron en Asia prosperaron», explican los autores en el estudio. Sus rastros genéticos quedaron impresos, incluso, en los homínidos más antiguos que se han encontrado en África.
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