El cambio climático está comprometiendo la seguridad energética del planeta, alerta la Organización Meteorológica Mundial.
La alerta vino desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM): la energía eléctrica producida en fuentes renovables «debe duplicarse en los próximos ocho años», si realmente queremos que las temperaturas globales no se eleven más. De lo contrario, las consecuencias del cambio climático afectarán el suministro de energía a nivel global.
Especialmente, alerta la organización, a raíz del estrés hídrico y los fenómenos meteorológicos cada vez más erráticos y agresivos que ha traído consigo la crisis climática. En la actualidad, la salud del planeta compromete la seguridad eléctrica del mundo, que sostiene a su vez la actividad humana. Ésta es la razón.
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Una crisis climática y energética
Los científicos que elaboraron el reporte más reciente de la OMM aseguran que la transición energética a alternativas más ‘limpias’ es fundamental «si queremos prosperar en el siglo XXI«. Para ello, se usaron los recursos de 26 organizaciones diferentes, que colaboraron en los esfuerzos de investigación.
El problema, explican los investigadores, es que el sector energético genera alrededor del 70 % de los gases de efecto invernadero que contaminan la atmósfera. A raíz de este abuso y de la presión excesiva que la actividad humana está ejerciendo a nivel ecológico, ya «estamos presenciando cambios en nuestro clima», escriben los científicos.
Para mitigar las consecuencias de esta producción desmedida, explica el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, se requiere de un cambio profundo e inmediato en las formas de producción de energía:
«[…] El objetivo es lograr emisiones netas cero en 2050. Sin embargo, solo conseguiremos ese objetivo si duplicamos el suministro de electricidad de bajas emisiones en los próximos ocho años”, dijo el especialista en un comunicado.
A pesar de que «el tiempo nos apremia«, alerta el mandatario, se espera que la demanda de energía no se detenga con el cambio climático. En la próxima década, por el contrario, se estima que aumentará en un 30 %. Sin embargo, los investigadores están convencidos de que no todo está perdido.
¿Realmente hay buenas noticias?
El reporte de la OMM, Informe sobre el estado de los servicios climáticos en 2022: energía, augura varios escenarios deseables. Incluso, escriben los investigadores, recoge muchas buenas noticias. Entre ellas, se «subrayan las oportunidades excepcionales que ofrecen las redes de energía verde para ayudar a combatir el cambio climático«.
Así también, todavía posible conseguir estos objetivos:
- Mejorar la calidad del aire
- Conservar los recursos hídricos
- Generar oportunidades laborales que atiendan las necesidades climáticas contemporáneas.
Sin embargo, explican los investigadores en el reporte, el «11 % de la capacidad hidroeléctrica se encuentra también en zonas con gran estrés hídrico«. Por ello, es necesario responder de manera inmediata a las advertencias sobre la crisis ecológica global.
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