La mayoría de los factores que producen los diversos tipos de contaminación están relacionados a la actividad humana. Te damos los detalles.
Conforme al Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental (FCEA), la contaminación, por sí misma, es el efecto de introducir algún agente biológico, físico o químico, cuya acumulación o presencia tiene efectos nocivos en el entorno natural, la salud y el bienestar de los seres vivos. Si bien la mayoría de los factores contaminantes están asociados a diferentes actividades humanas, lo cierto es que estos, también, pueden llegar a ser resultado de algunos procesos naturales. Aquí te contamos cuáles son los principales tipos de contaminación.
¿Cuáles son los principales tipos de contaminación?
Contaminación del agua
El resultado negativo de un agente externo, al entrar en contacto con el líquido vital, es lo que podemos considerar como contaminación del agua. Es así debido al perjuicio que conlleva a la vida de los ecosistemas y al consumo y quehacer humano.
Varias son las causas ligadas a este tipo de contaminación– como más delante se verá-, sin embargo, ya se anticipaba que, aunque de menor impacto, algunos procesos naturales están relacionados con este mal. Ejemplo es el arrastre de gases atmosféricos ocasionado por la lluvia.
La FCEA enlista a las siguientes actividades como las principales causas de la contaminación del agua:
- El vertido de desechos industriales sin tratamiento
- El vertido de desechos municipales (aguas residuales) sin tratar
- El aumento en la temperatura del agua que ocasiona la disminución de oxígeno en su composición
- La deforestación y erosión del suelo
- El uso de pesticidas y fertilizantes
- Depositar desechos sólidos a los cuerpos de agua
Al tratarse de un derecho clave en el desarrollo del ser humano y de un elemento imprescindible para otras formas de vida, la contaminación del agua representa una crisis de carácter global que está afectando al mundo social y natural.
Pese a los procesos enfocados al saneamiento de este líquido, las Naciones Unidas (ONU) indica que el 80 % de las aguas residuales retornan a los ecosistemas sin ser tratadas o reutilizadas. Desde luego, esto afecta a los diferentes organismos que habitan en los cuerpos de agua dulce y salada. En el caso de los seres humanos, algo que ilustra parte de la problemática es la muerte de casi 300 mil infantes al año por enfermedades diarreicas derivadas de malas condiciones sanitarias y del consumo de agua no potable.
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Contaminación del suelo
La contaminación del suelo es resultado de la introducción de un agente nocivo que termina por dañar la superficie, causando perjuicios a los microorganismos que ahí habitan, así como a la flora y fauna de mayor tamaño. Consecuentemente, hombres y mujeres terminan viéndose afectados por los efectos de esta alteración.
En este caso, la Biól. Diana L. Vázquez, colaboradora del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que uno de los principales contaminantes es el uso de agroquímicos que buscan acelerar la producción de alimentos.
Parte de las consecuencias de este tipo de contaminación, añade la especialista, es la infertilidad del suelo, el cual, pese a su abundancia en algunas regiones, deja ser viable para las actividades del campo. Rehabilitar estos espacios supone un proceso tardado.
Otros factores contaminantes del suelo son los residuos sólidos que, en su proceso de descomposición, liberan lixiviados, es decir, líquidos que se infiltran en la superficie y la deterioran notoriamente.
Contaminación del aire
Sobre el tema de los principales tipos de contaminación, la del aire es una de las más sonadas. La Red Automática de Monitoreo Atmosférico del Estado de México, la define como “la presencia en la atmósfera de uno o más elementos en cantidad suficiente, con ciertas características y una permanencia determinada, que pueda causar efectos indeseables tanto en el ser humano, la vegetación, los animales, las construcciones y los monumentos”.
En añadidura, la misma entidad destaca que algunos de los contaminantes son olores, vapor, humos y polvo.
A gran escala, señala la Biól. Diana L. Vázquez, una de las mayores fuentes de contaminación del aire proviene de las industrias que generan gases de efecto invernadero. Adicionalmente, se deben tomar en cuenta las emisiones derivadas de los variados medios de transporte. De ahí que cada vez exista mayor tendencia a buscar otros sistemas para la movilidad.
La salud humana se ve a afectada por la contaminación del aire, mostrando altas probabilidades de desarrollar enfermedades respiratorias e, incluso, cardiovasculares. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) indica que la magnitud de los daños está definida por los siguientes puntos:
- Concentración de los contaminantes
- Propiedades físicas y químicas de estos factores
- Dosis inhalada
- Tiempo y frecuencia de exposición
- Características de la población
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Contaminación lumínica y acústica
A diferencia de los tipos de contaminación mencionados hasta ahora, la lumínica y la acústica resultan menos relevantes. No obstante, debido a los millones de seres humanos que habitan en espacios urbanos, se hace menester dar espacio a éstas, señala la especialista.
La contaminación lumínica es aquella vinculada a las múltiples fuentes de luz artificial que alteran la oscuridad natural. Claramente, esta situación tiene por mayor evidencia parte de la actividad nocturna de las grandes ciudades.
De nueva cuenta, las afectaciones se dividen entre las que dañan a los seres humanos y las que dañan al resto de la biodiversidad. Sobre lo anterior, la Biól. Diana L. Vázquez hace mención de los estudios que dan cuenta de cómo esta contaminación influye negativamente en el estado anímico de hombres y mujeres, causando problemas como depresión, ansiedad e insomnio.
La experta agrega el efecto de esta contaminación en otras formas de vida presentes en las ciudades. De acuerdo con ella, las luces que causan tales alteraciones tampoco están diseñadas para ser amigables con la fauna nocturna que, también, encuentra lugar en los asentamientos urbanos.
Finalmente, la contaminación acústica es la consecuencia de emisores que originan ruidos o vibraciones capaces de implicar una molestia, riesgo o daño, para las personas y otros animales.
Acerca del tema, la especialista comenta que se ha registrado evidencia de cómo esta forma de contaminación provoca modificaciones en los patrones de reproducción de algunas especies, orilla a otras a la extinción y puede intervenir en los ciclos de polinización.
Para los seres humanos, termina la Biól. Diana L. Vázquez, la contaminación acústica tiene efectos similares a la lumínica, pues se llegan a producir problemas auditivos y otra clase de malestares asociados con el sistema nervioso.
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