Estados Unidos subastará al mejor postor su última reserva ecológica en Alaska para que diversas compañías petroleras puedan explotarla.
La administración trumpista prometió a diversas compañías petroleras la venta de una de las reservas de vida en el Ártico más importantes para extraer petróleo. Se trata del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, en Alaska, hogar para miles de especies animales y vegetales. La transacción está programada para el próximo miércoles 6 de enero, de acuerdo conThe New York Times.
El propósito de este evento de subasta es vender arrendamientos de petróleo y gas, para poder acelerar la perforación de los suelos en este espacio natural. El aviso del Registro Federal se emitió el jueves pasado, pero se requiere un periodo de 30 días antes de que pueda ocurrir cualquier venta.
Sin embargo, el aviso no detalló que el cronograma se había acelerado. Ecologistas y activistas de todo el mundo reaccionaron negativamente ante esta acción del gobierno estadounidense, reprobando cualquier acción que propulse la venta de derechos de perforación.
¿Por qué es importante esta reserva ecológica?
Este refugio ecológico se ha reconocido internacionalmente como la última gran área silvestre de Estados Unidos. Ubicada al norte de Alaska, cuenta con 79 mil 318 millones de metros cuadrados y se extiende sobre la parte oriental de la cordillera de Brooks, que cuenta con montañas y glaciares de más de 2 mil 700 metros de altura.
Además de la belleza natural de la tundra, este espacio es el hogar de 36 especies de peces diferentes, cerca de 40 mamíferos, y más de 160 aves migratorias que utilizan el paraje para descansar, reproducirse y alimentarse entre abril y julio. Los ríos cuentan con un número importante de truchas de agua dulce, así como praderas extensas en las que caribúes, alces y osos negros pastan.
Una «limosna» para la industria de combustibles fósiles
Una vez que se dio a conocer el aviso a medios, diversos grupos ecologistas denunciaron el cambio repentino de cronograma, que favorece la venta de derechos a las compañías petroleras. Ante esta situación, el director ejecutivo de Sierra Club (una de las organizaciones ecologistas más importantes de Estados Unidos), Michael Brune, acusó de vergonzosa esta acción de la administración trumpista en una declaración:
«Este es un intento vergonzoso de Donald Trump de dar una última limosna a la industria de los combustibles fósiles en su camino hacia la puerta, a expensas de nuestras tierras públicas y nuestro clima».
Generalmente, el proceso de revisión y aprobación de los arrendamientos puede tomar meses de trabajo. Por esto, los grupos de activistas y otros opositores a esta acción esperan que el gobierno de Biden pueda frenar estos intentos de venta. Dado que uno de los ejes de su campaña política fue el cuidado del medio ambiente, la responsabilidad para el presidente electo es aún mayor.
Adam Kolton, director ejecutivo de la Alaska Wilderness League, señaló que la protección del Ártico debería de ser una prioridad para la administración entrante, ya que «Necesitaremos que use todas las herramientas a su disposición para detener la industrialización de este icónico tesoro nacional». Mientras tanto, el plan de vender la última reserva silvestre en Estados Unidos sigue en marcha.
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